Xalapa | 2024-10-03
Petróleos Mexicanos (Pemex) fue señalado por un derrame de hidrocarburos que ha afectado a la comunidad indígena Ojital Viejo, en Papantla, Veracruz, por más de 42 días, quienes alertaron que as lluvias de los últimos días están empeorando la contaminación.
La denuncia fue lanzada por la Alianza Mexicana contra el Fracking, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), CartoCrítica, Greenpeace México y otras 14 organizaciones de la sociedad civil, quienes destacan que Papantla es reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en tres ocasiones.
De acuerdo con un boletín emitido por las organizaciones, la contaminación ha causado la muerte de especies nativas y animales domésticos, además de perjudicar pozos y parcelas de cultivo. Asimismo, la fuga representa un riesgo para la salud de las poblaciones vecinas, especialmente en Coatzintla, ya que el derrame fluye hacia el río Cazones, el cual desemboca en el Golfo de México.
Los días 28 y 29 de septiembre, miembros de la Alianza Mexicana contra el Fracking realizaron un recorrido por la zona afectada y documentaron la aparente falta de atención por parte de Pemex.
Según el informe, solo una cuadrilla de ocho empleados de la empresa trabaja en el lugar, sin equipo especializado ni medidas de seguridad. Se señala que los trabajadores se limitan a remover el suelo contaminado con hidrocarburos y a colocarlo junto al arroyo, lo que, según los denunciantes, empeora la situación debido a las lluvias recientes del 1 de octubre.
Habitantes de las comunidades de Ojital Viejo y El Chote, en Coatzintla, reportan un trato "despótico y discriminatorio" por parte de Pemex y otras instancias encargadas de atender el desastre. Las organizaciones afirman que, desde el inicio del derrame el 21 de agosto, ninguna autoridad se ha acercado a atender la situación, ya sea en lo referente a la flora y fauna local, la salud de los habitantes o el alcance del derrame y las medidas para detenerlo.
Ante la falta de respuesta, los residentes se organizaron para exigir la intervención de las autoridades y solicitar el apoyo de la sociedad. Por medio de redes sociales, se convocó a voluntarios que participan en brigadas de atención a la fauna afectada y brindan información sobre los impactos del derrame.
El origen del derrame fue identificado por los habitantes el 21 de agosto, cuando percibieron un olor a azufre en la parte alta de la comunidad. Tras investigar, descubrieron la fuga en uno de los oleoductos que atraviesan la zona. Los ductos, que junto con otros dos gasoductos corren por la comunidad, tienen más de 70 años de servicio y representan un riesgo permanente debido a los incidentes constantes.
"Este no es un hecho aislado; que es parte de toda una dinámica de constantes impactos derivados de la actividad petrolera en la zona, que, pese a haber sido declarada en tres ocasiones Patrimonio de la Humanidad, en reconocimiento al sitio arqueológico de El Tajín, a la ceremonia ritual de los Voladores de Papantla y al Centro de las Artes Indígenas, para Pemex y las autoridades de México este territorio es zona de sacrificio", denunciaron los habitantes y las organizaciones.
Las comunidades afectadas, junto con la Alianza Mexicana contra el Fracking y las organizaciones firmantes, exigieron que Pemex retire de inmediato los lodos y materiales contaminados, asuma la responsabilidad de restaurar los ecosistemas y cultivos dañados, y brinde atención a las personas afectadas. Además, demandan que la empresa dé mantenimiento a sus ductos y adopte medidas de prevención contra incidentes similares en el futuro.
Las organizaciones también piden a las autoridades responsables de regular a Pemex que tomen medidas para sancionar a la empresa. Sugieren que el Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo destine recursos a la remediación de los sitios contaminados por hidrocarburos.