Orizaba | 2024-02-04
La falta de vacunación de menores en la etapa del covid-19, los cortes que ha habido en el suministro de esa inmunización y el incremento de los llamados "antivacunas" podrían provocar que se registraran algunos casos de sarampión, reconoció el pediatra Alejandro Pimentel Domínguez.
Ante la alerta que emitió la Organización Panamericana de la Salud a fines de enero por posibles casos de sarampión, el especialista señaló que esta enfermedad no se ha erradicado ni se ha intentado hacerlo porque es algo muy costoso.
"Es enfermedad muy antigua, prevenible por vacunación, se vacuna al año de edad y se revacuna a los seis años y el último brote epidémico que tuvimos en México fue en 1989. De ahí en fuera ha habido casos aislados en nuestro país, como en todo el mundo", explicó.
Pimentel Domínguez indicó que en la etapa de la pandemia muchos niños no completaron sus esquemas, en tanto que también en las instituciones de salud de repente no había el suministro suficiente y se dejaba pasar la fecha; además, hay un sector de la población que opone resistencia a la vacunación y esto genera que se tenga un incremento de personas susceptibles de contagiarse de la enfermedad.
Agregó que todos los niños que hoy tienen defensas contra el sarampión es porque se las pasaron sus mamás, pero las mamás tienen defensas por vacunas, no porque les haya dado la enfermedad, entonces no son tan fuertes, por lo que es posible que la vacunación en algunos menores no sea suficiente y haya que revacunar en la adolescencia.
Comentó que habitualmente se aplica la vacuna contra el sarampión a todas las embarazadas y se pone en los jóvenes cuando hay riesgo de susceptibilidad a la enfermedad, lo cual podría mejorar mucho el nivel de anticuerpos.
El pediatra señaló que cuando hay reuniones masivas internacionales, como Olimpiadas, mundiales y eventos de ese tipo, en la localidad donde se efectúan los juegos se presentan casos de sarampión.
Añadió que no hay medicamento contra el sarampión, por lo que cuando hay brotes se tiene una mortalidad alta por neumonías y meningitis en niños y adultos.
Recordó que actualmente hay médicos jóvenes que no conocen esta enfermedad porque nunca la han visto, por lo que hay que estar pendientes de la aparición de ronchitas y un cuadro catarral muy importante, con gripa, tos, fiebre elevada y congestión ocular.
El especialista recomendó a las madres de familia revisar los esquemas de vacunación de sus hijos y si no tienen el reactivo, buscar que se la apliquen, así como las demás vacunas que existen y que estén pendientes.