Misantla | 2024-12-11
La inconformidad y el descontento reinan entre los habitantes de la zona baja de Misantla, quienes alzan la voz por las condiciones precarias en que ha quedado la carretera Palpoala Ixcán-Troncones, este camino, vital para la conectividad de siete comunidades, se encuentra en un estado lamentable debido a trabajos de rehabilitación iniciados, pero no concluidos, lo que ha generado problemas de salud y una crisis de movilidad para los habitantes.
"La demolición de la carpeta asfáltica fue solo el inicio de un problema mayor, desde la entrada de La Guadalupe hasta las profundidades de nuestras comunidades, nos han dejado en condiciones inhumanas", declaró Roustand, quien también resaltó que el polvo levantado diariamente se ha convertido en un riesgo para la salud pública.
Los habitantes, encabezados por Roustand, exigen al Gobierno del Estado y a la constructora responsable que muestren el contrato de la obra, donde se detallen los plazos, procesos y materiales utilizados, la falta de información ha generado dudas sobre la calidad y la durabilidad del proyecto, gestionado por el Gobierno de Cuitláhuac García Jiménez.
"Es necesario que se presenten los representantes legales de la empresa y de la dependencia encargada para explicar por qué la obra está detenida y qué están haciendo para solucionarlo, no hay justificación para dejarnos así", enfatizó Roustand.
Ante la falta de respuestas, los pobladores tomaron medidas drásticas, reteniendo maquinaria de la empresa en un intento por ser escuchados, sin embargo, esta acción no ha resultado en soluciones concretas ni en la presencia de autoridades para mediar en el conflicto.
Las comunidades afectadas insisten en que no es suficiente con promesas, exigen que la rehabilitación de la carretera se retome de inmediato, garantizando el uso de materiales adecuados y priorizando la salud de los pobladores, este tramo no solo es crucial para la conectividad de la región, sino también para el acceso a servicios esenciales y el desarrollo económico de las comunidades.
"Ya no podemos esperar, es inaceptable que nuestra salud y bienestar sigan siendo ignorados. Exigimos soluciones reales y concretas, no más promesas vacías", concluyó Gastón Roustand.
La situación en Misantla deja en evidencia la necesidad de mayor transparencia y compromiso en la ejecución de obras públicas, recordando que detrás de cada proyecto inconcluso hay vidas afectadas y derechos vulnerados.