Ciudad de México | 2025-01-07
En el estado de Sonora, el cantante Natanael Cano, originario de Hermosillo y uno de los exponentes más populares de los "corridos tumbados", fue amenazado junto a otros músicos e influencers mediante una narcomanta firmada por un presunto integrante del grupo criminal conocido como Los Matasalas, brazo armado de Los Chapitos.
Sonora, una de las principales rutas de tráfico hacia Estados Unidos, se ha convertido en un territorio clave para diversas facciones del narcotráfico.
La lucha por el control de la región ha desatado una ola de violencia que afecta no solo a los involucrados directamente en estas actividades, sino también a la población civil y, como en este caso, a figuras públicas de sectores aparentemente ajenos al conflicto.
La manta, colocada cerca de una escuela preparatoria al norte de Hermosillo, contenía un mensaje directo dirigido a Natanael Cano, Tito Torbellino Jr., Javier Rosas, y diversos grupos locales de Hermosillo, Guaymas, Obregón y Navojoa.
El mensaje advertía que estos artistas y figuras públicas deben cesar cualquier colaboración con Los Salazar, otro grupo delictivo que opera en la región.
El texto de la narcomanta, firmado con el alias Jalisco Matasalas, acusa a los mencionados de apoyar al grupo rival con recursos económicos y utilizando su influencia en el ámbito público y gubernamental. La advertencia fue contundente:
"Es la última vez que tendrán esta atención, están a tiempo de tumbarse el alucín. Dedíquense a lo suyo, que es la profesión de ser músicos. Ojo esto no es por hacer corridos es por colaborar con dinero económicamente y cualquier acción ilegal. Si no hacen caso a esta advertencia serán fusilados".
Las autoridades municipales informaron que el hallazgo fue reportado a la Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora.
Hasta el momento, no se han emitido declaraciones oficiales por parte de los artistas mencionados ni de sus representantes.
El surgimiento de esta amenaza ocurre en medio de una disputa feroz entre grupos del crimen organizado que buscan el control del territorio en Sonora.
Los Matasalas, una célula vinculada a Los Chapitos, hijos de Joaquín "El Chapo" Guzmán, están en conflicto abierto con Los Salazar, un grupo históricamente relacionado con Ismael "El Mayo" Zambada.
El incidente alimentó las críticas hacia Cano, quien ha sido señalado por promover en sus canciones un estilo de vida que glorifica la riqueza derivada de actividades ilícitas.
Aunque es la primera vez que su nombre aparece en una narcomanta, las letras de sus canciones incluyen referencias explícitas a diversos grupos criminales, lo que ha generado debates sobre el impacto cultural de sus composiciones y el papel de los "corridos tumbados" en la normalización de la violencia.
La música regional mexicana, y en particular los corridos, se han convertido en un medio para proyectar poder e influencia en los conflictos del crimen organizado.
Músicos y grupos regionales son cada vez más percibidos como actores relevantes en estas dinámicas, ya sea por sus conexiones reales o supuestas con facciones criminales, o simplemente por el contenido de sus canciones.
Las redes sociales se han llenado de comentarios de seguidores de Natanael Cano y otros artistas, expresando preocupación por su seguridad. Algunos piden que los músicos se mantengan al margen de cualquier conflicto, mientras que otros critican el rol que juegan las letras de los corridos en un entorno ya cargado de violencia.