Ciudad de México | 2024-12-13
La calificadora S&P Global Ratings confirmó las notas crediticias en "BBB" de México en moneda extranjera y local, afirmando que se mantuvo una perspectiva estable.
Lo anterior se basó en el compromiso del gobierno de Claudia Sheinbaum para reducir el déficit fiscal, así como estabilizar las finanzas públicas y el nivel de endeudamiento. La firma aleja la posibilidad de que la calificación del país se degrade próximamente.
Desde la perspectiva de S&P, se espera "una gestión macroeconómica cautelosa, incluyendo una política monetaria prudente y un retorno a déficits fiscales bajos", que mantengan las finanzas públicas de México estables en los próximos dos años.
Además, ante otro tema clave como las posibles disputas entre México y Estados Unidos en temas de migración y comercio, la agencia confió en que estas se gestionen de forma pragmática, viendo por la estabilidad económica y la integración de ambos países.
La agencia calificadora sostuvo que, para respaldar esta calificación, una gestión cautelosa debe ser capaz de contener los déficits fiscales, manteniendo estable la carga de deuda combinada del país, hablando de Pemex y CFE.
El riesgo de respaldo extraordinario para estas empresas, así como una carga de intereses mayor a la esperada y el no reducir oportunamente el déficit fiscal y la deuda pública serían las únicas condiciones en los que podría bajar la calificación de S&P.
Anticipa en este sentido que la deuda neta del gobierno aumente del 50% al 52% del PIB en 2027, con pagos de intereses por arriba del 15% de los ingresos federales en 2024 y 2025, para posteriormente decaer.
También previó que la inflación anual promedio se sitúe en 4.8% este año y en 3.9% en 2025, para moderarse aún más posteriormente.
A pesar de las expectativas positivas de la ejecución de la política macroeconómica, que acercarían al país a la resiliencia económica, el análisis de la agencia respecto al crecimiento del PIB per cápita a largo plazo es bajo.
Señala también que la controversia por las reformas constitucionales impulsadas por el gobierno anterior lleva al riesgo de "debilitar la confianza de los inversionistas"; y la ejecución de proyectos prometidos por el gobierno de Sheinbaum podría verse limitada por las restricciones fiscales.
Sin embargo, una gestión política y económica efectiva, incluyendo la atracción de mayor inversión extranjera gracias al nearshoring, puede impulsar la inversión y aumentar la baja tasa de crecimiento del PIB per cápita, lo cual llevaría, incluso, a subir la calificación soberana en los próximos dos años.
En respuesta, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) manifestó que la ratificación de la calificación soberana permitirá al país continuar con un acceso favorable a los mercados nacionales e internacionales, y reafirmó su compromiso a "preservar la estabilidad financiera y sostenibilidad de la deuda pública".