Ciudad de México | 2025-03-03
La decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles a México, Canadá y China ha generado preocupación no solo en el ámbito económico, sino también en el día a día de los consumidores.
La industria automotriz es uno de los sectores más afectados por esta medida. Según datos de S&P Global Mobility, más del 20% de los vehículos y camionetas ligeras vendidos en Estados Unidos son ensamblados en México o Canadá.
En 2023, las importaciones de automóviles desde México alcanzaron los 69 mil millones de dólares, mientras que desde Canadá sumaron 37 mil millones.
Además, México exportó 78 mil millones de dólares en autopartes y Canadá 20 mil millones.
Los números reflejan la interdependencia de las cadenas de suministro en Norteamérica, lo que significa que los consumidores estadounidenses podrían enfrentar precios más altos en los concesionarios.
Canadá es el principal proveedor de petróleo crudo para Estados Unidos, con exportaciones por 90 mil millones de dólares entre enero y noviembre de 2023.
Con la imposición de aranceles, las refinerías estadounidenses podrían verse obligadas a buscar alternativas más costosas, lo que se traduciría en un aumento en los precios de la gasolina.
Los amantes de las bebidas alcohólicas también sentirán el impacto. En 2023, Estados Unidos importó tequila por un valor de 4,600 millones de dólares y mezcal por 108 millones de dólares desde México.
Además, las importaciones de licores canadienses, incluido el whisky, alcanzaron los 537 millones de dólares.
Con los nuevos aranceles, el precio de estas bebidas podría aumentar, afectando no solo a los consumidores, sino también a la industria de restaurantes y bares.
Los productos agrícolas tampoco escapan a esta medida. Estados Unidos importó más de 45 mil millones de dólares en productos agrícolas de México en 2023, incluyendo el 63% de los vegetales y el 47% de las frutas y frutos secos.
Desde Canadá, las importaciones agrícolas sumaron 40 mil millones de dólares.
Un arancel del 25% sobre estos productos podría significar un aumento considerable en los precios de alimentos básicos como el aguacate, lo que afectaría directamente a los consumidores.
La imposición de aranceles no solo afecta a las economías de los países involucrados, sino también a los bolsillos de los consumidores.
Con precios más altos en automóviles, gasolina, bebidas alcohólicas y alimentos, es probable que esta medida genere un efecto dominó en la economía estadounidense. Además, existe el riesgo de represalias comerciales, lo que podría complicar aún más el panorama.