México | 2023-11-22
El panorama de la economía de México para el cierre del año maneja escenarios mixtos. Por un lado, superará las expectativas de crecimiento para todo el 2023 y por el otro, seguiría registrando una tendencia de desaceleración.
De acuerdo con el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE), que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el acumulado de los primeros diez meses del año se registraría un aumento de 3.4% a tasa anual.
Este resultado rebasa las previsiones de los mercados, incluyendo las del gobierno federal, que en promedio rondan una variación anual de 3% en todo el 2023.
Sin embargo, el alza del IOAE a octubre todavía es menor a los incrementos, en igual periodo de comparación, de 3.7% en el 2022 y de 6.3% en el 2021; mientras en el 2020, año de la pandemia de COVID-19, se observó una caída de 9.4%.
Por los datos anteriores, se puede interpretar que la tasa de 6.3% fue producto de un efecto rebote por la baja base de comparación en la época de la crisis sanitaria, por lo que las siguientes variaciones pueden ostentar dicho efecto.
Es decir, el crecimiento de 3.4% en el acumulado de los primeros diez meses del 2023 podría estar influenciado en gran medida por el efecto rebote derivado de la emergencia sanitaria del 2020, que paralizó todas las actividades económicas no esenciales, cuyo impacto se diluye.
Esto toma más fuerza si se considera la pérdida de poder adquisitivo de las familias mexicanas -por la aún elevada inflación y las altas tasas de interés- y la debilidad en la demanda externa por la manufactura mexicana, principalmente de Estados Unidos.
Además, ante una cadena productiva nacional mermada, el efecto rebote terminaría de disolverse el próximo año, pues los pronósticos apuntan a un crecimiento de apenas 1.9%.
Sin embargo el 2024 será un año de desaceleración económica en el país, afectado por las elecciones en Estados Unidos y México, factores que generalmente traen desestabilización, además de los conflictos geopolíticos.