¿Cómo reducir el gasto en alimentos y cuidar tu bolsillo?
*Solo dedicar 30 minutos semanales a planificar el menú, revisar el refrigerador y organizar la despensa puede marcar la diferencia*
Ciudad de México | 2025-02-05
En promedio, entre el 40 y el 60 por ciento del presupuesto familiar se destina a la compra de alimentos.
Esta cifra impactante revela la importancia de optimizar nuestras compras para mejorar la economía del hogar y, a la vez, contribuir a la sostenibilidad.
Expertos en finanzas personales señalan que con tan solo dedicar 30 minutos semanales a planificar el menú, revisar el refrigerador y organizar la despensa puede marcar la diferencia, evitando el desperdicio y ahorrando dinero.
¿POR QUÉ ES FUNDAMENTAL PLANEAR TUS COMPRAS?
Uno de los principales problemas es la falta de planificación. Muchas veces se compra impulsivamente, sin considerar lo que ya se tiene en casa, lo que genera duplicidades y desperdicio.
De hecho, se estima que aproximadamente un tercio de los alimentos comprados nunca se consumen. Según datos del Banco de Alimentos de México, cada minuto se desperdician 38 toneladas de comida en el país, lo que equivale a 54 mil toneladas diarias.
Así, no solo afecta a las finanzas familiares, sino también al medio ambiente.
ESTRATEGIAS PARA OPTIMIZAR EL GASTO
- Planifica tu menú semanal. Dedica unos 30 minutos cada semana a elaborar un menú que contemple todas las comidas.
- Revisa el inventario de tu refrigerador y despensa antes de hacer la lista de compras para evitar adquirir productos que ya tienes en casa.
- Compara precios. Antes de comprar, consulta distintas tiendas y plataformas para identificar la mejor oferta en los productos que necesitas. Esta simple acción puede generar ahorros significativos a largo plazo.
- Organiza tu despensa y refrigerador. Coloca los productos con mayor antigüedad al frente y los nuevos al fondo, facilitando el consumo de los alimentos próximos a caducar. Utilizar recipientes transparentes ayudará a mantener un orden visual y a reducir el desperdicio.
- Congela porciones. Divide en porciones los alimentos que no se consumen de inmediato y etiquétalos con la fecha. Esto no solo prolonga su vida útil, sino que te permite tener comidas preparadas para esos días en los que el tiempo es escaso.
- Día de sobras. Designa un día a la semana para consumir las sobras. Esta práctica maximiza el uso de los alimentos y reduce la cantidad de comida desechada.
- Implementar estas estrategias no solo aligera la carga financiera del hogar, sino que también ayuda a combatir el desperdicio de alimentos, un problema ambiental de gran magnitud.
Cuando cada gramo cuenta, optimizar nuestras compras y planificar con antelación se traduce en beneficios económicos y ecológicos.