Ciudad de México | 2025-01-27
La Copa Mundial de la FIFA 2026 se perfila como uno de los eventos deportivos más importantes de la historia. Con México como uno de los países anfitriones, la seguridad y control de cualquier riesgo de terrorismo se ha convertido en una prioridad absoluta.
La organización de un evento deportivo de tal magnitud plantea desafíos sin precedentes en materia de seguridad. La posibilidad de ataques terroristas, desastres naturales y otros incidentes de gran escala exige una respuesta coordinada y efectiva por parte de las autoridades.
Uno de los más destacados fue el ejercicio realizado en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), donde se simularon dos escenarios críticos:
En ambos simulacros participaron múltiples agencias gubernamentales, demostrando una coordinación efectiva y una capacidad de respuesta rápida ante situaciones de crisis.
Para hacer frente a estos desafíos, el gobierno mexicano ha implementado una estrategia integral que incluye una amplia gama de medidas, desde la capacitación de personal hasta la adquisición de equipo especializado.
Desde 2019, México ha invertido de manera significativa en la capacitación y equipamiento de sus fuerzas de seguridad.
A través de ejercicios y simulacros a gran escala, se han puesto a prueba los protocolos de respuesta ante diversas amenazas, incluyendo ataques terroristas, desastres naturales y emergencias químicas, biológicas, radiológicas y nucleares (QBRNE).
La participación en cursos internacionales y la adquisición de tecnología de punta han sido fundamentales para elevar los estándares de seguridad.
Personal de la Secretaría de la Defensa Nacional, Guardia Nacional y otras agencias gubernamentales han recibido entrenamiento especializado en países como Estados Unidos, Canadá, España, Israel y Colombia.
La estrategia de seguridad para la Copa Mundial 2026 se basa en un enfoque integral que abarca diversos aspectos:
La inversión en seguridad para la Copa Mundial 2026 no solo beneficiará al evento deportivo, sino que también fortalecerá las capacidades de respuesta del país ante cualquier tipo de emergencia.
Los conocimientos y las herramientas adquiridos en el marco de esta preparación servirán para garantizar la seguridad de la población mexicana en el futuro.