Veracruz | 2022-10-26
El endeudamiento sigue, continúa con renovadas y creativas formas, siempre a costa o por cuenta de la población; ya no hay duda, que en este presente que nos tocó vivir se forma, establece y fortalece el esclavismo financiero de presentes y próximas generaciones.
Se sabe, que hay mecanismos para favorecer grandes corporaciones financieras que nunca pierden, y hasta se les rescata de pérdidas, errores y fracasos. Mientras las generaciones de pobres aumentan en número y en pobreza.
Finanzas públicas que, como su nombre lo indica, es sin duda, asunto de interés social. Tema importante del que pocos hablan y comentan, pero que a todos afecta de alguna forma. De ahí que es imprescindible promover y apoyar su conocimiento, análisis y debate.
Sobre todo, cuando se prueba y comprueba que las estructuras y el financiamiento gubernamental han sido afectados. De una y muchas formas, se sabe que los gobiernos están en serias y cada vez más difíciles situaciones.
A propósito del tema, recomendable la lectura de "Solo AMLO nos salva". APUNTES SOBRE FINANZAS de Juan F. Aguilar de la Llave del 23de octubre de 2022. https://farodigital.com.mx/solo-amlo-nos-salva/
Hoy por hoy, las finanzas en el centro del debate y el quehacer público; en todos los ámbitos y tipos de gobiernos abundan cambios y transformaciones urgentes de realizar; comprobándose que, en muchos casos, lo que abunda son respuestas basadas en improvisaciones, simulaciones, ocurrencias y "soluciones milagrosas" que, a fin de cuentas, en buena medida terminan en costosos errores o fracasos.
Así, en estricto sentido, hay pocas propuestas pertinentes y viables, responsables y sensatas, que deben identificarse y aprovecharse, con la actualizada y objetiva valoración de dichas finanzas públicas.
Una vez más, hay que insistir en darles toda la importancia que tienen. Asegurar de toda forma posible, los mejores resultados para su fortalecimiento y el de la economía en general.
En simples palabras, se trata, antes que todo, de que hay que salvar presente y garantizar futuros. Corregir y componer, al mismo tiempo que innovar y mejorar.
Esto es, simplemente empezar por reconocer la realidad y aceptar que prevalecen grandes espacios sin orden ni control, o con una perversa o costosa forma de funcionar; y en especial, que subsisten innumerables decisiones bajo exagerada discrecionalidad o voluntarismo, sin efectiva y puntual transparencia, y rendición de cuentas; con poca o nula fiscalización verdadera; y con una ausente y necesaria evaluación y contraloría social. Vital gobernar al gobierno; ante cambio constante, siempre es hora de la reingeniería de la administración pública.
De ahí que se debe siempre insistir, que la cuestión central, básica y elemental es, ¿cómo distinguir un buen gobierno, de uno malo o peor? Saber, ¿qué hacen bien o mal, o que no hacen y tienen pendiente? ¿Por qué sostenerlos y padecerlos? ¿A qué costo y consecuencias?
Y desde luego, esto incluye el importante hecho de saber, cómo y por qué sostener y defender uno bueno o regular.
Entender y reaccionar, pasando de las expresiones y dichos, a las acciones y los hechos. No quedarse solo en decir y denunciar. Ineludible gobernar al gobierno, para exigir y obtener buenos resultados; para no seguir en más de lo mismo o peor.
Transformación para bien, verificable y medible. Empezar, por participar y evaluar siempre toda acción y omisión gubernamental. Distinguir objetiva y abiertamente buenos de malos, cumplidores de peores.
En todo caso, con o sin pandemia, o en crisis de cualquier tipo, es un derecho individual y social contar con gobiernos de buenos y mejores resultados; de principios, estructuras y funciones, orientados a garantizar y fortalecer bienestar social, crecimiento económico sustentable y desarrollo integral. Determinante saber: ¿Qué es representativo de buenos o de malos gobiernos?
Y también, hay que señalar que en muchas formas resulta, cínico o desvergonzado, que algunos gobernantes presuman y se vanaglorien, del volumen de remesas que ingresan al país, porque en muchas formas los gobiernos son y han sido responsables, de no crear condiciones y oportunidades que proporciones empleo, ingreso y prestaciones a la población; obligando a innumerables compatriotas, a partir y buscar cómo sobrevivir.
En efecto, su sacrificio y el de separarse de sus familiares, genera un apoyo importantísimo para millones y millones de hogares mexicanos, que sobreviven gracias a las remesas que puntualmente les envían.
México es uno de los países que más pobres exporta; pues esos millones de migrantes, en la actualidad envían casi 60 mil millones de dólares, al año. Constituyendo el programa de ayuda a los pobres más importante de México, que no es gubernamental, sino de los pobres desatendidos y obligados a emigrar.
Podría decirse que los pobres en México son evidentemente más productivos que sus gobiernos y sus políticas económicas y sociales. Hay que insistir que deben ser gobiernos al servicio de la sociedad y no al revés.
Imprescindible una evaluación rigurosa del funcionamiento de los diversos órdenes de gobierno, de sus estructuras, funciones y atribuciones; si no se gobierna al gobierno, entonces será cuento de nunca acabar. Y lo que es peor se pondrán en peligro logros y avances que, muchos o pocos, han costado demasiado obtener o alcanzar. Consolidar éxitos, debe partir de reconocer eficiencias y capacidades. Apoyar buenas acciones gubernamentales es una obligación y ante las crisis, un imperativo.
Por eso, la evaluación es vital para no apoyar malos gobiernos ni destinar valiosos y escasos recursos a administraciones caras e ineficientes y, en algunos casos, hasta corrompidas y penetradas por la delincuencia.
En fin, es prioritario e indispensable resolver el presente, eliminar o reducir males que aquejan y caracterizan, a las ineficientes administraciones públicas, municipales, estatales y federal. Y, desde luego, apoyo y reconocimiento al buen trabajo y, en particular, al de verdaderas finanzas públicas sanas y fuertes.
-Academico.IIESESUV @RafaelAriasH,Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasH