Rupturas

Rupturas

México | 2025-03-03

No bastaron 609 mil muertos y desaparecidos en 20 años. No fueron suficientes los millones de víctimas. Ni el luto en millones de hogares.

La extradición de los peores verdugos de la historia mexicana tuvo que ordenarse desde Estados Unidos.

Se aplaude, por supuesto. No hay forma de defender a esos criminales.

El traslado de aquellos que encarnan la biografía del horror nacional a Estados Unidos es un punto de inflexión.

Lo motiva no de un acto justicia, aunque lo sea, sino el último esfuerzo desesperado por evitar que la economía estalle por la imposición de aranceles.

Es penoso ver a medio gabinete mexicano compareciendo, humilde y sumiso, ante el sínodo del imperio. Presentando su caso, tratando de despertar piedad para evitar el castigo.

A dónde hemos llegado.

El traslado impone varias rupturas. La primera es en las coordenadas en que se desarrollaba antes la relación bilateral. Parece muy lejano el arrojo del Estado Mexicano para construir un bloque norteamericano de comercio, en los noventas. Distante el espíritu de Texas de arranque de siglo que se desdibujó tras el 9/11.

Hoy hay una relación de empleados. El argumento oficial de que se extraditó a 29 capos para evitar que fueran liberados por jueces corruptos desnuda al régimen. Es dócil afuera pero autoritario adentro. Era más fácil dar un golpe de timón y dejar de desgarrar por dentro al país. No se hizo porque la lógica adentro es mantener una unidad de un movimiento que está infestado de corruptos, radicales y cómplices del crimen.

La segunda ruptura es con la terquedad de mantener en el discurso que se seguía la torpeza de la complicidad —que no estrategia— de abrazos, no balazos. Ya ni insistir. Omar García Harfuch ha encabezado, valiente, una cruzada contra el crimen. Hoy esa tarea ya tiene una nueva dimensión. Los drones, vuelos espía, infiltraciones, acciones de comandos de Estados Unidos en México es una política de Estado. No hay más.

La tercera ruptura es hacia adentro de Morena. No sé qué ocurra hoy, si Trump persista en los aranceles o no. Es probable lo segundo. Las ofrendas no le sirvieron a Moctezuma y no le satisfarán a Trump. Sobre todo porque se mandó a una cúpula que ya estaba, salvo un par de excepciones, en la cárcel. Quieren sangre fresca, y ahí está el punto. Fue un gran gesto ceder y enviarlos a Estados Unidos, pero la lucha es contra el Fentanilo, no contra los viejos capos de la mariguana, la coca y la meta anfetamina.

Quieren a los capos de hoy. Y Los capos de hoy son un engrudo con miles de funcionarios de Morena. Los radicales endurecerán su postura, pero no para defender la soberanía, sino para que la bandera les conceda un manto de impunidad.

La Casa Blanca ha sido muy clara: hay un narcogobierno, y quieren a los representantes de él. Todos intuyen quién es el artífice de este pacto innombrable. Nadie sabe con qué cabezas se saciará la sed de Huitzilopochtli.

Seguro no con la de Silvano Aureoles. Si se quieren salvar, hay que amputar. Hay ex secretarios, gobernadores, alcaldes, senadores, diputados infestados de heces.

Decisión difícil. Cumplir afuera o cuidar adentro. Pero es un falso dilema. Tarde o temprano se llega al mismo callejón: el de la ruptura o la inmolación.

Se está persiguiendo finalmente al crimen y se está demostrando que cuando el Estado quiere, puede. Qué bueno.

Qué pena que fue una orden. Que no hayan bastado 609 mil ausentes.

@fvazquezrig

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