Xalapa | 2025-01-12
En verdad yo no entiendo la manera en que los gobernantes administran nuestros recursos. Recordemos siempre que cuando éstos se manejan sin prudencia ni sensatez, no hay dinero alguno que alcance.
Se anuncia en la mañanera que ya vamos a fabricar coches eléctricos. Si éstos fueran negocio que los fabriquen los particulares y no el gobierno. En lugar de emplear nuestros recursos en nuevas ocurrencias, que por favor los destinen a tapar tantos baches que hay en las carreteras.
Se habla de que Mexicana de Aviación es un éxito en manos del gobierno y poco después se anuncia que de las 18 rutas que cubría dicha línea aérea se cancelan 8 de ellas. ¿Quién hizo tales estudios para determinar que el gobierno debería ser el dueño de esa empresa, cuando su función primordial es gobernar?
Hay reportes de que algunos vuelos salen con solo 2 pasajeros. Así, Mexicana de Aviación pronto va a tronar. Se quedó únicamente con dos aviones y pérdidas cuantiosas.
De los barriles sin fondo que son PEMEX y CFE, ya mejor ni hablamos. Son miles de millones de pesos que pierden cada año.
Por cierto, dichas paraestatales nos venden productos y servicios bastante malos y caros. Y todavía tenemos los ciudadanos que absorber sus pérdidas.
Se habla de que van a aumentar los programas sociales, o sea, regalarán más dinero mientras que el personal de los hospitales públicos se queja amargamente del desabasto de medicamentos.
Se habla de los miles de millones de pesos que se destinarán este año al Tren Maya, cuyo número de pasajeros transportados es tan bajo, que los ingresos que recibe no alcanzan ni para cubrir los gastos de operación. ¡Puras pérdidas!
Como no queda dinero para pagar las nuevas ocurrencias, ya se maneja la posibilidad de que el gobierno tome indebidamente los recursos guardados en la subcuenta de vivienda de los trabajadores, lo que pudiera resultar en un quebranto para el INFONAVIT y para los millones de personas que tienen ahí depositado su dinero. Para eso precisamente cambiaron al vapor la Ley del INFONAVIT.
Ni los sindicatos, ni los organismos empresariales han encendido las alarmas. Solo una que otra declaración, por cierto, bastante tibia.
Hay políticos que ya empiezan a hablar de hacer una reforma fiscal que proporcione mayores ingresos al gobierno, (para que éste continúe gastando alegremente). Esto también es preocupante. Quitarle más recursos a quienes sí producimos para dárselos a quienes no producen nada, es totalmente injusto. Se pagan impuestos para contar con mejor infraestructura y mejores servicios, no para tener contenta y cautiva a una enorme masa de votantes regalándoles dinero público.
Aclaro que considero de elemental justicia el apoyo a los discapacitados y ancianitos que no tienen quien los ayude. Pero regalarles dinero a quienes sí pueden trabajar y ganarse el pan con el sudor de su frente, solo fomenta la pereza y aniquila el espíritu de superación.
Otro tema me preocupa. Con fanfarrias nos anuncian que ya está bajando la inflación y que el 2024 cerró con un incremento en los precios de solamente el 4.21% anual; cifra que yo francamente no creo y posiblemente ustedes tampoco estimados lectores. Cada semana voy al supermercado y observo todo lo contrario. Los productos están cada vez más caros. ¿Quién sería el "experto" que hizo tales cálculos y los retocó para que la inflación oficial del 2024 fuera de solo el 4.21% anual?
Otro tema bastante grave: Se sigue insistiendo por parte de algunos políticos y comunicadores despistados, que debe reducirse la semana laboral a 40 horas para que la gente disfrute de más días de descanso. Eso será posible cuando nuestro nivel de productividad y calidad sean similares al de los países que cuentan con una mejor educación y una tecnología primermundista.
El pagar ahora 52 días más al año sin que la gente los trabaje solo enviará los precios a la estratósfera.
Hay aquí empresas altamente eficientes cuyos trabajadores disfrutan de ese beneficio, por la elevada productividad que tienen. Lamentablemente son minoría.
Si aplican esta medida populachera y electorera a todas las empresas por igual, cuando hay algunas que a duras penas sobreviven, hará que muchas cierren aumentando el desempleo y acelerando la inflación, lo que agravará más la crisis económica que ya padecemos. Muchos negocios pequeños se irán a la informalidad para poder sobrevivir.
¿Qué necesidad hay de imponer medidas tan drásticas, impulsadas por quienes solo viven de la grilla y jamás han tenido que pagar de su bolsillo un solo peso de salarios y prestaciones sociales?
Quienes no producen nada le imponen reglas a quienes sí producimos. ¡El mundo al revés!
Se trata de ayudar a México, no de hundirlo.
Para cosechar hay que sembrar primero y nuestros políticos creen que solo con leyes y decretos sacados de la manga y acordes a sus intereses, lograrán que México salga del atraso. No es así. Sólo se sale adelante con trabajo duro, eficiente y productos de alta calidad. ¡No hay de otra!
¿No les parece a Ustedes?
Muchas gracias y buen fin de semana.