La economía-ficción mexicana

La economía-ficción mexicana

México | 2024-12-07

Considero importante advertir que si seguimos empleando los mismos procedimientos, vamos a seguir obteniendo idénticos resultados.

Afirmo esto, porque cada año un grupo de burócratas y hasta de líderes empresariales; (de ésos que les encanta andar de quedabién y salir en la foto abrazando a los políticos del momento),  determinan en base a las conveniencias electorales y políticas, lo que deben subir los salarios.

Nunca toman en cuenta a quienes deberán pagar los incrementos. De esa manera, un reducido grupo de notables, algunos de los cuales jamás han producido nada útil en su vida, salvo discursos melosos y adormecedores, deciden por todos los empresarios sin siquiera consultarlos y sin averiguar primero si pueden o no pagar los nuevos salarios, ocasionándoles mayores problemas a las microempresas que ya sufren para pagar la renta, los impuestos, la luz,  el teléfono, los sueldos actuales, las cuotas  al IMSS, al INFONAVIT, al SAT y el injusto Impuesto a la Nómina, lo que las obligará  a subir sus precios para no salir poniendo, o incluso ante la imposibilidad de pagar los incrementos ordenados desde arriba, despedirán  gente para no quebrar.

En otros casos las microempresas, que son las que mayor número de  empleos generan en México, se irán a la informalidad para evitar cerrar. ¡Qué gran daño le causan a la economía  los aumentos sacados de la manga!

¿Por qué hemos permitido que políticos y burócratas determinen los nuevos salarios a pagar, cuando ellos ni siquiera tienen empleados propios a quienes deban pagarles tales incrementos de su bolsillo?

En mi opinión, debería haber libertad total para que cada empresario negocie con sus trabajadores un aumento justo que pueda pagar el negocio en base a su capacidad económica y a su productividad. Lamentablemente muchas personas ven como normal que cada año suban parejo los salarios por decreto, sin tomar en cuenta la eficiencia y la capacidad económica de cada empresa.

El estar fuera de la realidad  y subir los salarios por conveniencias político-electorales, solamente nos lleva a entrar en una perversa carrera de precios y salarios que provocará inflación y  más devaluaciones.

Cierto, ahora las personas ganan más, pero curiosamente cada vez les alcanza para comprar menos. En la carrera precios y salarios los precios siempre ganan.

En los últimos años, los aumentos salariales han sido muy altos y por esa misma razón los precios de los artículos de primera necesidad se han ido a las nubes. Claro, si producimos lo mismo y aumentan los costos, la inflación se dispara.

Yo estoy de acuerdo en que resulta de justicia elemental que a los trabajadores les rinda más su sueldo para que puedan vivir mejor. Pero el método empleado de aumentar salarios sin considerar antes la productividad y la capacidad de cada empresa, es  una medida perversa y  populista. Si suben los salarios y suben más los precios, ¿cuál es el beneficio? La  clase trabajadora sufre las consecuencias de tales medidas.

Hay que hacerle exactamente al revés. Ser más productivos y fomentar la competencia. Así bajarán los precios y a la gente le rendirá mejor su sueldo. Esto no resulta imposible.

Hace 25 años una televisión de pantalla plana de 21" costaba $30,000.00. Ahora las hay desde $3,000.00 y tienen más funciones y mejor imagen. Los celulares de hace 30 años eran prohibitivos por su precio tan caro. Ahora están al alcance de todos y pueden contratarse al 10% de lo que antes costaban, teniendo actualmente llamadas ilimitadas, WhatsApp, internet, Google, etc. Lo mismo pasa con las computadoras.

Los viajes en avión hace de 20 años eran carísimos. Ahora  están al alcance de más personas y en ocasiones resulta más barato volar que viajar en autobús. Las primeras calculadoras electrónicas sencillas costaban inicialmente $500.00. Ahora las hay desde $100.00.

Competencia, eficiencia, productividad, empleo digno y fomento a las inversiones productivas.  Eso es lo que necesita el país para bajar los precios y reducir la inflación, evitando devaluaciones traumáticas, No olvidemos que con una economía tan mal manejada hace unos meses el dólar estaba a $16.50 y ahora roza los $21.00.

¿Será tan difícil para nuestros políticos el entender esto? ¿O será que sí entienden, pero no les conviene hacerlo?

La presidente de México ha anunciado  que en el año 2030, los salarios cubrirán 2.5 veces las necesidades básicas de una familia. (Por ser políticamente inocorrecto, no menciona que para lograrlo hay que ser primero más productivos. Prefieren hablar de derechos, sin mencionar las obligaciones). Si los incrementos salariales fueran la solución, que pongan desde ahora el salario mínimo a $1,000.00 diarios y en teoría asunto resuelto.

Solo que pagar más produciendo lo mismo o incluso menos nos llevará a una hiperinflación desbocada que arruinará al país, perjudicando principalmente a los más necesitados. Es  mejor opción aumentar la productividad y la competencia para que  los precios bajen automáticamente por si solos y el salario rinda más sin poner en jaque a nuestra maltrecha economía con incrementos salariales sacados de la manga.

Una última reflexión: Si la economía mexicana crecerá el año próximo un 1.2% de acuerdo con los pronósticos de BANXICO, ¿cómo es que el salario mínimo va a subir el 12%? Conclusión: Más inflación y mayor pérdida del poder adquisitivo de nuestra moneda.

Ojalá y aprendamos a aplicar medidas distintas y realistas para no seguir cometiendo los mismos errores.

¿No les parece a Ustedes?

Muchas gracias y buen fin de semana.

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