México | 2025-02-07
Hay un par de ex amigos que hoy buscan el mismo objetivo: La Fiscalía General del Estado.
Diego Castañeda Aburto y David Jiménez Rojas presumían su amistad hace unos años cuando ambos trabajaban en el gobierno cuitlahuista, pues el primero era Subsecretario de Asuntos Jurídicos y el segundo Director del Registro Público de la Propiedad.
El primero, nativo de Xalapa, presumía al segundo, de la ciudad de México, sus relaciones públicas y lo presentaba ante todos los funcionarios estatales.
De pronto se separaron dicen porque el chilango cayó "seducido" por el dirigente estatal del partido, Esteban Ramírez Zepeta.
Ello llevó a Castañeda Aburto a hacer nuevas alianzas como la sólida relación con el actual delegado de los programas del Bienestar, Juan José Gómez Cazarín.
Y hoy están confrontados a tal grado que Diego Castañeda ha buscado apoyo en el Altiplano donde dicen ruega por una audiencia con el todo poderoso coordinador de los senadores morenistas, Adán Augusto López Hernández.
La idea, aunque suene maquiavélica es hacer un frente desde allá para remover a Verónica Hernández Giadáns quien goza del apoyo del gobierno federal.
Hay quienes se preguntan si sería necesario pactar con el enemigo número uno de su gobernadora Rocío Nahle con tal de llegar a la FGE.
Mientras el aún presidente del Instituto Veracruzano de Acceso a la Información opera de manera distinta y manda mensajes a través de sus publirrelacionistas en columnas políticas donde se ha cansado de renunciar a la fiscala cuitlahuista y obvio promoverse como el sucesor, con el aval según él, de la número uno del estado.
Deberían disciplinarse antes que todo a lo que los cambios políticos dispongan, pues ya se intentó el albazo una primera vez, sin éxito alguno.
Ahora, las aguas por alguna razón, se dejaron en el remanso, pero parece que los agitadores no tienen descanso.
Y eso de empezar a mover que ya se va y ya se va la fiscal no les vaya a salir como el cuento del lobo. La única que decide cómo y cuándo es quien lleva la batuta política.
Incluso el presidente de la Junta de Coordinación Política, Esteban Bautista le sopló al fogón recientemente para decir que en las próximas sesiones ya se estaría discutiendo la salida de la Fiscal, cuyo ingreso a la 4T en el sexenio cuitlahuista para derrocar a Jorge Winckler también se lo adjudica el ex diputado, Gómez Cazarin. ¿Acaso ya tendrá fecha en la agenda legisltiva? Si no fuese así, ¿para que lo divulgas?
Cazarín, cuentan que fue una especia de "chaperón" para que ella aceptara y llegara a la Fiscalía. Por ello, y con esa cercanía, fue el primero que le dijo por dónde se debía alinear durante la campaña electoral pasada para la gubernatura ante la renuencia a sumarse al proyecto de la hoy gobernadora por la lealtad al traidor número uno de la 4T en Veracruz.
Con cilindreo o no, con la cuerda de los zopiloteos para asaltar la Fiscalía, lo cierto es que hay que ver lo que ocurre en otros escenarios, para saber que el cambio si puede estar en puerta.
El caso Morelos es uno de ellos, luego que el fiscal de ese estado no se ha querido alinear por la derecha. Y entonces el Gobierno de Morelos pidió al Congreso del estado remover a Uriel Carmona Gándara, esto a unas horas de que el funcionario presentara una solicitud de desafuero en contra de Cuauhtémoc Blanco, diputado federal y exgobernador de la entidad.
Con 16 votos a favor y 4 en contra, los legisladores determinaron que el fiscal dejó de cumplir con los requisitos de ley para permanecer en el cargo.
Pero además tendrá que enfrentar varios delitos en contra. ¿Así o más claro? Pero todo a su debido tiempo.