México | 2025-02-25
Elon Musk, el magnate de la tecnología y ahora líder del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) en la administración de Donald Trump, ha puesto en el centro del debate una cuestión que desde hace décadas genera controversia: la auditoría de la Reserva Federal de los Estados Unidos. Este tema, históricamente defendido por figuras como Ron Paul y atacado con dureza por críticos del sistema financiero, como Nayib Bukele y Edward Griffin, vuelve a la palestra con una pregunta clave: ¿debe la Fed ser revisada o abolida?
La Reserva Federal es el banco central de EE.UU., creado en 1913 para gestionar la política monetaria, regular la oferta de dinero y fijar tasas de interés. Aunque tiene apariencia gubernamental, en realidad opera como un híbrido con participación privada. Su poder radica en que controla el dólar, la moneda de reserva mundial, influyendo en la economía global.
Críticos como Edward Griffin han descrito a la Fed como "un cartel disfrazado de agencia gubernamental". Nayib Bukele ha sido aún más contundente:
"La Reserva Federal no es federal y no tiene reservas. Roban tu riqueza y tus ahorros y eso es inmoral. No solo es inmoral, sino que también destruye algunos principios económicos básicos como el ahorro".
Ambos argumentan que la Fed destruye la estabilidad económica al manipular la impresión de dinero sin respaldo sólido.
La posible auditoría de la Fed ha encendido alarmas en los círculos financieros y políticos. Musk, quien ha insinuado su intención de auditar la institución, se alinea con una postura que ha sido históricamente defendida por sectores conservadores y libertarios. Su enfoque no es revisar simplemente los balances financieros (ya auditados regularmente), sino indagar en las decisiones de política monetaria.
Los defensores de la Fed advierten que una auditoría política podría comprometer su independencia.
Los críticos sostienen que la transparencia es esencial, ya que la Fed ha operado sin verdadero control democrático durante más de un siglo.
Uno de los puntos más polémicos es la cantidad de oro en Fort Knox, que supuestamente respalda el dólar. Si una auditoría revela reservas insuficientes, la confianza en la moneda más importante del mundo podría desplomarse.
Si Musk logra su propósito, el sistema financiero global podría cambiar radicalmente. En este contexto, Bitcoin y las criptomonedas emergen como una alternativa descentralizada al dinero controlada por bancos centrales.
La gran pregunta es: ¿permitirán las élites financieras que Musk siga adelante con su auditoría? O, como ha sucedido antes, ¿será bloqueado para proteger su dominio?
El resultado podría marcar un antes y un después en la historia económica mundial.