México | 2025-01-21
La protección de datos personales no es solo un derecho fundamental garantizado por la Constitución Mexicana; es también una responsabilidad compartida entre ciudadanos, instituciones y servidores públicos.
En un país donde la inseguridad es una preocupación constante, resguardar la información que identifica a una persona debe ser prioridad. Sin embargo, los recientes actos del delegado de Bienestar en Veracruz, Juan Javier Gómez Cazarín, revelan un grave desconocimiento o desdén por esta obligación.
De acuerdo con la Ley General de Protección de Datos Personales en Posesión de Sujetos Obligados (LGPDPPSO), cualquier información que permita identificar a una persona física es confidencial y debe ser tratada con estrictas medidas de seguridad. Esto incluye datos como el domicilio, el teléfono o la CURP.
La legislación establece claramente que el tratamiento de estos datos debe garantizar su privacidad, ya sea en el sector público o privado. Pero, ¿qué sucede cuando un funcionario ignora estas disposiciones en aras de un protagonismo político barato?
El delegado Gómez Cazarín ha publicado recientemente en redes sociales fotografías de beneficiarias de programas sociales con sus datos expuestos.
En una de estas publicaciones, relacionada con la entrega de pensiones a mujeres en Martínez de la Torre y Ozuluama, se observa información personal como nombres, domicilios e incluso números de casa, detalles que deberían permanecer protegidos.
En Veracruz, un estado donde la violencia puede desatarse por tan solo tres mil pesos, exponer esta información no es solo una imprudencia, es un acto irresponsable que pone en riesgo la seguridad de las beneficiarias.
La justificación implícita detrás de estas publicaciones es un intento por mostrar el supuesto cumplimiento de su labor como delegado. Sin embargo, la realidad es que esto obedece a un afán de protagonismo.
No solo se trata de exponer a las beneficiarias, sino de utilizar sus datos e imágenes como herramientas propagandísticas. Incluso, las publicaciones han sido acompañadas por etiquetas como "#ConTokio", una frase que, lejos de proyectar profesionalismo, se convierte en un triste testimonio del nivel de discurso que predomina en la administración pública de la Cuarta Transformación.
En lugar de priorizar la seguridad y privacidad de los ciudadanos, el delegado utiliza redes sociales para promoverse a sí mismo.
Su comportamiento no solo transgrede la legislación sobre protección de datos, sino que también evidencia un profundo desprecio por las normas básicas de ética pública. Publicar más de 70 fotografías con datos visibles no solo viola los derechos de las beneficiarias, también las expone a riesgos innecesarios.
La situación resulta particularmente preocupante si consideramos que estas acciones ocurren en un contexto de violencia generalizada.
Veracruz es uno de los estados más peligrosos del país, donde el crimen organizado y la delincuencia común han encontrado en los datos personales un recurso valioso para extorsionar, amenazar e incluso cometer crímenes.
En este escenario, la exposición de información sensible no puede ser tolerada bajo ninguna circunstancia.
El delegado Gómez Cazarín debería reflexionar seriamente sobre sus responsabilidades y el impacto de sus actos.
Si desea mantener una presencia en redes sociales, que publique fotografías con la camisa de su equipo de fútbol favorito o que emule a personajes cuestionables como Cuauhtémoc Blanco, pero que deje de poner en peligro a las mujeres veracruzanas.
¿Alguna duda del tema? Hasta ayer el link estaba en Facebook.
Su cargo implica garantizar el bienestar, no exponer a quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad.
La protección de datos personales no es un tema menor ni una simple formalidad burocrática.
Es un derecho humano fundamental que, en manos de servidores públicos, debe ser manejado con el mayor profesionalismo y respeto. Incluso la misma página de la Secretaría de Bienestar hace mucho hincapié en este tema.
Lo sucedido con las publicaciones del delegado de Bienestar en Veracruz no solo requiere una disculpa pública, sino también una investigación que determine las responsabilidades administrativas y legales correspondientes.
No se puede permitir que, en un afán de protagonismo, se ponga en peligro la seguridad y privacidad de las personas.
Es momento de exigir a nuestros servidores públicos un mayor compromiso con la legalidad y la ética.
La protección de datos personales no es negociable, y cualquier transgresión debe ser sancionada con firmeza.
En Veracruz, donde la violencia y la inseguridad afectan a miles de familias, es inadmisible que quienes ostentan cargos de poder ignoren estas responsabilidades.
La privacidad no es solo un derecho, es una garantía de seguridad que no debe ser vulnerada por la imprudencia o el ego de quienes dicen servir al pueblo.
Ya el lunes borraba los datos personales en las fotografías. Sin embargo muchas publicaciones permanecen todavía.
La renuncia irrevocable de Grace del Carmen Mendoza Chesty como tesorera de Coatzacoalcos marcaría el cierre de una gestión que dejó huella en las finanzas municipales.
Desde ayer al mediodía se empezó a filtrar la información, y más tarde confirmada por fuentes oficiales, quedó claro que este cambio será relevante para el futuro financiero del Ayuntamiento.
Mendoza Chesty sobresalió por implementar medidas que estabilizaron las finanzas locales, logrando, por segundo año consecutivo, auditorías sin observaciones por parte del Órgano de Fiscalización Superior del Estado de Veracruz (ORFIS). Este resultado no es menor, ya que refleja una gestión basada en disciplina, eficiencia y transparencia. La administración también destacó por una captación histórica del impuesto predial.
Su dimisión abre un nuevo capítulo para Coatzacoalcos, pero también deja una vara alta que quienes sigan en el cargo deberán superar.
Y habrá tiempo para conocer a fondo y analizar las causas de su renuncia.
Lo que está claro es que ella se fue. A Víctor Carranza "le corrieron" a dos.
También renuncia su hermano Carlos Mendoza Chesty a la Dirección de Desarrollo Económico. Muchas historias por contar.
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