México | 2025-01-20
Desde hace 18 años, el empresario Juan Manuel Diez Francos, al ser postulado por primera vez por el PRI a la alcaldía de Orizaba, tuvo por objetivo el resurgimiento de la ciudad, reorganizándola y mejorando en gran medida los espacios públicos, rescatando los que se tenían perdidos y procurando el uso más inteligente de los recursos, sin dispendios.
La población se alineó a su iniciativa y en conjunto lograron la revivificación de la economía y la calidad de vida de los orizabeños. A esta misma línea de trabajo, aunque con menor éxito, se sumaron los alcaldes Hugo Chahín Maluly e Igor Fidel Rojí López, ambos también surgidos del sector empresarial, con quienes Diez Francos permutó administraciones bajo la bandera del PRI, partido al que posteriormente ambos exmunícipes renunciaron. Hoy, Rojí, actual diputado local aliado de Morena, y un hijo de Chaín Maluly –Hugo Chaín Kuri, que preside el DIF municipal de Orizaba– buscan sustituir a Diez en la alcaldía postulados por el PVEM, coaligado con la 4T.
Obviamente esto es un contrasentido para el movimiento obradorista que en Veracruz pretende construir el segundo piso de la Cuarta Transformación, pues tras casi dos décadas de representantes del sector empresarial, la balanza poco a poco se ha desequilibrado, relegando al sector trabajador, no solo como la mano de obra para la generación de riqueza, sino también como la víctima del encarecimiento del estilo de vida, así como en la percepción de una cada vez más evidente discriminación derivada del poder adquisitivo, en sus vertientes de gentrificación, falta de acceso a espacios y servicios por costos elevados, cargas excesivas en el pago de derechos y signos de abuso de autoridad de elementos policiales.
Así, pese al buen desarrollo y crecimiento del municipio orizabeño en los últimos años, el grupo en el poder, alguna vez respaldado por todos, gradualmente ha venido perdiendo cada vez más el apoyo social, derivado de su falta de empatía ante los sectores económicamente vulnerables.
El factor que aún mantiene el orden de las cosas es Juan Manuel Diez, cuya tercera administración a los 76 años de edad, está por concluir.
Durante las últimas cinco elecciones municipales la coalición liderada por el PRI terminó vencedora, en un principio frente a la opción del PAN, que ha visto mermada su oportunidad pues Diez Francos impuso la hegemonía priista.
Paradójicamente, en la última elección todos los sectores del PAN se unieron al PRI para enfrentar el duro embate de Morena. Sin embargo, ahora el grupo empresarial de Diez podría aliarse con Morena, lo que representaría la peor traición al tricolor en Veracruz.
El "emperador" no quiere poner en riesgo su coto de poder. Pero en Orizaba, aunque existe una fuerte influencia empresarial debido a que los principales inversores de fábricas y giros industriales de la región radican en el municipio y generan miles de empleos, el mayor grupo poblacional se compone principalmente de obreros de las empresas, comerciantes locales, servidores públicos y docentes junto con sus familiares.
Otro numeroso grupo es el de los pensionados, jubilados y profesionales independientes, que no depende económicamente de terceros o bien se encuentra subsidiado por algún programa gubernamental. Y los transportistas, que tanto los propietarios como los trabajadores representan un sector numeroso e importante en Orizaba como territorio totalmente urbano.
¿Acaso Juan Manuel Diez no tiene un aspirante "híbrido" que concilie los intereses de su grupo empresarial y los de la clase trabajadora?