Ciudad de México | 2025-02-26
Los teléfonos se han convertido casi en una extensión de nosotros mismos. Sin embargo, un estudio reciente plantea una pregunta crucial: ¿cómo afecta esta conexión digital constante a nuestro cerebro y bienestar?
Vivimos en una época en la que los smartphones son prácticamente indispensables. Según datos del Pew Research Center, el 91% de los estadounidenses posee un teléfono inteligente, un aumento considerable desde el 33% registrado en 2011.
A nivel global, las personas pasan un promedio de 6 horas y 40 minutos al día frente a las pantallas, mientras que en Estados Unidos la cifra es de 5 horas y 16 minutos. Esta dependencia ha llevado a los científicos a cuestionar cómo esta conexión perpetua afecta nuestra mente.
El estudio, publicado en PNAS Nexus, involucró a 467 participantes con una edad promedio de 32 años. Durante un mes, los voluntarios fueron divididos en dos grupos: uno dejó de usar internet móvil durante las primeras dos semanas, mientras que el otro lo hizo en la segunda mitad del experimento.
Aunque podían acceder a internet desde sus computadoras, el acceso constante a través de sus teléfonos quedó bloqueado.
Los resultados fueron reveladores. El 91% de los participantes experimentó mejoras en al menos uno de los tres aspectos evaluados: salud mental, bienestar subjetivo y capacidad de atención.
El estudio no solo resalta los beneficios de la desconexión digital, sino que también abre puertas para nuevas estrategias en el ámbito laboral y tecnológico.
Además, plantea la posibilidad de que las compañías tecnológicas desarrollen productos menos adictivos, como modelos de negocio basados en suscripciones que reduzcan la dependencia de anuncios intrusivos.
Aunque solo el 57% de los participantes instaló la aplicación de bloqueo y una cuarta parte completó las dos semanas sin conexión, los resultados son prometedores.
Las desintoxicaciones digitales periódicas podrían ser clave para mejorar nuestro bienestar mental en un mundo hiperconectado.