México | 2024-12-13
Impulsada desde el sexenio del presidente López Obrador, hace poco se aprobó en la Cámara de Diputados y en el Senado de la República una iniciativa que buscaba combatir la venta de vapeadores, su uso y su distribución en México.
Estos dispositivos se comercializan en nuestro país desde hace años como una opción para quienes intentaban dejar de fumar cigarros convencionales; sin embargo, recientemente han adquirido popularidad entre personas más jóvenes y que nunca habían consumido productos de tabaco.
¿Te has preguntado cómo funcionan los vapeadores? A continuación, trataremos de explicarlo de una forma bastante sencilla y puedas hacerte un criterio más amplio en torno al debate que hoy tiene en el centro de la discusión a estos aparatos.
El funcionamiento de estos aparatos electrónicos que vienen en una diversidad de formas es básicamente el mismo: Se trata de un dispositivo que funciona a batería y el cual calienta un líquido, el cual transforma en aerosol o vapor que es inhalado por el usuario.
Este líquido, denominado por algunos como e-líquido, e-jugo o vape juice suele contener diversos componentes, aromas y saborizantes artificiales, y suelen ser usados como auxiliares para dejar de fumar o bien para quienes no gustan del sabor del tabaco tradicional.
Según el diseño del aparato, este puede ser de cartuchos de líquido rellenable o intercambiable, así como diversos atomizadores, batería extra y hasta pantallas digitales.
Hay algunos dispositivos que son de un solo uso y deben ser desechados luego de que se termina el líquido o la batería; hay otros que son tanto recargables de la batería como del líquido y pueden seguir siendo usados una y otra vez, cada uno con una forma y tamaño diferente.
El debate actualmente se centra en si los vapeadores y el líquido que utilizan pueden ser perjudiciales para la salud. Diversos estudios de dependencias en todo el mundo sostienen que la nicotina sigue estando presente en muchos de los vape juice que se comercializan actualmente.
Además, se habla de que, al igual que el cigarro tradicional, el vapeo puede provocar la entrada de diversas sustancias dañinas al organismo, lo que causaría de igual manera daños en los pulmones y vías respiratorias.
A la par, el humo residual que se produce tras absorber el vapor generado por el dispositivo no estaría libre de diversos componentes que, en menor medida, podrían afectar a quienes están cerca.
Si bien hay muchas personas que están a favor de que el uso de vapeadores debería ser regulado y hasta prohibido, como ya fue aprobado por diputados y senadores de México, otros sostienen que esto solo lo hará más atractivo, propiciando la venta ilegal sin combatir el verdadero problema que representa el tabaquismo.