Familiares de personas desaparecidas y defensores de este movimiento criticaron que bajo el argumento de que en esta administración en Veracruz “las desapariciones forzadas ya no existen”, se han enfrentado una vez más a la revictimización y a tener que asumir el papel de investigadores.
“La investigación se la están dejando a los familiares, somos quienes tenemos que estar investigando y recabando pruebas”, reclamó Katia Vera, familiar de una persona desaparecida al participar en el conversatorio “experiencias de familiares de personas desaparecidas y sus acompañantes”, realizada en el marco del día internacional de las víctimas de desaparición forzada.
En el encuentro contaron las experiencias a las que se han enfrentado a lo largo de los años, donde la criminalización a las víctimas ha obligado a las madres a tomar el papel de fiscal investigador.
“En la comisión de víctimas solo habían enviado oficios y yo les dije que ‘los oficios no buscan a las personas’”, agrega Vera, quien expresó que en su caso, pidió seguimiento real de su caso a las autoridades.
“La coordinación entre todos, que no implica abandonar la investigación y centrarse en búsqueda”, agrega al señalar que los familiares han encontrado nula coordinación para trabajar de manera diligente, pues además de lidiar con la desaparición de sus familiares, también se topan con “la poca empatía de las autoridades”.
Belén González, del colectivo del mismo nombre en Coatzacoalcos, expresó que tanto la Fiscalía General del Estado (FGE), así como la Fiscalía General de la República (FGR) han pasado hasta diez años sin investigar los casos.
“Somos los actores en las investigaciones; si no estamos ahí pegados no investigan, solo así se han logrado en Veracruz algunos avances porque uno es el que está pegado, ellos no investigan por cuenta propia como debiera ser, como la ley lo dice”, agrega.
Esperanza Hernández Hernández, otra mujer que busca a un familiar en estas condiciones, dijo que los constantes cambios de fiscales en sus casos continúan impidiendo que haya avances palpables no solo en ese, sino en otros expedientes.
“En mi caso son ocho años ya buscando a mi hija y no hay nada, en ningún aspecto le dan a uno un avance. Me dicen ‘no hice nada pero mandé este oficio’, a mí no me sirve un oficio, quiero respuestas sobre mi hija”.
Ante ello, se posicionó por un mayor involucramiento de tanto de autoridades como de familiares para encontrar a sus familiares, pues dijo que solo quienes atraviesan una experiencia como esta “sabemos este dolor”.