Votos nulos a la Baja

Pese al rechazo ciudadano a la clase política, en general el votante cada vez es más participativo y no solo acude a las urnas durante los comicios, sino que ya no desperdicia el sufragio como lo hacía antes, de modo que cada vez hay menos votos anulados.

Así se concluyó en la mesa redonda ‘Participación ciudadana, el voto nulo y sus implicaciones jurídicas’ realizada en la Casa de la Cultura Jurídica Ministro Humberto Román Palacios, de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la ciudad de Veracruz.

Funcionarios de la Junta Distrital 4 de Veracruz, del Instituto Nacional Electoral, con base en el artículo 288 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos hicieron la diferenciación entre anular un voto con intención de no dárselo a ningún candidato, y dejar su boleta sin validez debido a un error cometido sin intención.

El vocal ejecutivo de la Junta Distrital 4 del INE, José Gonzalo Castillo Gameros, explicó que para la ley referida, un voto es nulo cuando el elector lo deposita en blanco dentro de la urna o cuando marcó en la boleta a dos o más partidos políticos, por separado, sin que formaran parte de una coalición.

Cuando se da el mencionado caso de marcar en la boleta a dos o más partidos no coaligados se le considera Voto Nulo Involuntario.

Se recordó que al paso de los años el comportamiento del votante cambió. En 1991 el voto nulo apenas era de 1 por ciento, pues muy pocas personas ejercían su derecho a sufragar, tanto por algún candidato como para invalidar su decisión previamente plasmada en la boleta.

En las elecciones nacionales de 1997, 2000 y 2003 la anulación del voto casi se duplicó en dos por ciento al determinarse que en la boleta los partidos debían ir por separado, incluso los coaligados.

Además el voto nulo dejó de ser una decisión meramente personal y hubo una fuerte influencia externa para inducir al ciudadano a eliminarlo.

En la elección federal del 2012 a nivel nacional el voto nulo alcanzó el 5.7 por ciento, y en la del 2018 ese sufragio sí estuvo bien clasificado: para entonces el ciudadano tenía muy claro a quien pretendía darle el voto.

Por lo tanto, en el 38.9 por ciento de los casos las personas lo anularon en forma voluntaria, con plena conciencia de aniquilarlo, y el 58.4 lo anuló involuntariamente, es decir por error.

En esa misma elección federal, con excepción de Aguascalientes, el voto nulo involuntario fue mayor que el voluntario, lo que refleja que actualmente el ciudadano ya no desperdicia su voto y se lo da a su candidato, con plena conciencia de lo que hace.

Participación ciudadana

En la ponencia se destacó que al ser México un país heterogéneo, con diferencias socioeconómicas, la participación ciudadana no es uniforme, y el estudio reveló sorpresas que derrumban la apreciación respecto de los estados más desarrollados y los menos favorecidos.

La vocal de Organización Electoral de la Junta Distrital 4 del INE en Veracruz, Dela Pale Tepetla, destacó que las elecciones federales de los años 2012 y 2018 la participación ciudadana superó el 63 por ciento a nivel nacional y en la del 2018 89.3 millones de mexicanos acudieron a las urnas.

En esos comicios se confirmó que mientras en estados como Yucatán la participación ciudadana fue de 75 por ciento, seguido por Tabasco y la Ciudad de México, el más bajo se tuvo en Sonora, con 52 por ciento.

Las mujeres siguen a la cabeza de la población que más vota, por encima de los hombres, aunque a partir de los 60 años de edad disminuye su afluencia a las urnas.

Influye desarrollo

En Nuevo León, Chihuahua, Coahuila, Sonora, Aguascalientes, Querétaro y Baja California, cuyo nivel de desarrollo humano supera al de la media nacional, el índice de participación cívica y política es inferior al de entidades como Yucatán, Campeche, Tabasco, Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Guerrero, Puebla y Tlaxcala, cuyo índice de desarrollo humano es inferior al de la media nacional.

Es decir, los estados con menor desarrollo son más participativos en la vida política que los más desarrollados.

En la elección federal del 2018 se abrió la posibilidad de votar con alguna flexibilidad, como el permitir al votante escribir alguna alusión a los candidatos, por ejemplo ‘Peje’ en referencia al entonces candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, sin anularlo.

De esa forma se puede diferenciar entre quien anuló su voto con toda intención y conocimiento de causa, y quien se equivocó al marcar a 2 partidos o más no coaligados, es decir quien cometió un error en forma no intencional.

Curiosidades

En la elección presidencial del 2018 hubo, por primera vez, candidatos ciudadanos o no abanderados por ningún partido político: Jaime Rodríguez ‘El Bronco’ y Margarita Zavala.

Al retirarse Margarita Zavala de la contienda cuando faltaba poco para la elección y no daba tiempo de volver a imprimir las boletas ya sin ella, se determinó que el día de los comicios los votos que fueran para ese personaje se declararían nulos porque ya no sería candidata.

En jornadas anteriores hubo otras formas de anular el sufragio, aunque con toda intención y no por error dentro de la urna ni atribuibles a los funcionarios de casilla.

Un gato candidato

Cabe recordar que en un caso particular se dio en Xalapa en la elección municipal del año 2013 para renovar la alcaldía por el periodo 2014-2017, pues algunas personas impulsaron como candidato al Gato Morris, felino inexistente, con el lema ‘te conviene votar por otro animal’.

Ésa fue una clara e inusual forma de promover votos condenados a la anulación, y despertó simpatías en las redes sociales, a sabiendas de que en los hechos era un imposible.

En las redes alguien propuso a su perro para secretario de Seguridad en el gabinete del Gato Morris, y alguien del puerto de Veracruz decía que en esta ciudad había “una ratota vestida de Winnie Poo”.

El hecho fue que se llegó a adjudicar y hasta reclamar al menos siete mil 500 votos para el “candigato”, considerados en el grupo de los candidatos no registrados.

Los funcionarios de la Junta Distrital número 4 del INE, con cabecera en la ciudad de Veracruz, basaron las cifras en un Estudio Muestral sobre la Participación Ciudadana en las Elecciones Federales 2018, que se realizó a nivel nacional y se difunde en el país.