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Veracruzano, pionero en cirugía robótica

Rodrigo Ruz es el médico ginecológico con el mayor número de operaciones realizadas en todo el país

Veracruzano, pionero en cirugía robótica
Veracruzano, pionero en cirugía robótica

Con la llegada del tan afamado sistema de alta precisión: Da Vinci, en el 2006 a Monterrey, inició la implementación de la cirugía robótica en México para tratar– inicialmente-  problemas de cáncer de próstata.

Este robot, utilizado en otras partes del mundo, se encargó de demostrar los beneficios para los pacientes que se sometieron a este innovador procedimiento en el Hospital Ángeles de México, de ahí se comenzaron a enumerar casos de éxito.

A nivel nacional aún son pocos los médicos especializados en cirugía robótica, pero el Puerto de Veracruz tiene un digno representante en esta área: el Dr. Rodrigo Ruz Barros, quien además de contar con una larga lista de procedimientos quirúrgicos exitosos, comparte su conocimiento para que más de sus colegas incursionen en este fascinante mundo de los robots, las pantallas 3D y las consolas de mando.

En mayo de 2014 este médico veracruzano realizó la primera cirugía robótica ginecológica en el país, gracias a la adquisición de nuevas versiones de Da Vinci por parte del Hospital Ángeles de México.

“No se me olvida la fecha para nada, porque fue el día 21, día de mi cumpleaños. Inicialmente teníamos programada a una paciente para una histerectomía (cirugía para extirpar la matriz) laparoscópica, pero le propusimos probar esta plataforma tecnológica, que si bien no era experimental porque ya tenía muchos años utilizándose en el mundo, era la primera vez que iba a ser utilizada en nuestro país, le pedimos nos tuviera la confianza; accedió, y logró corregir su problema de forma satisfactoria con muy buenos resultados”, relató.

El cirujano ginecológico, egresado de la Universidad de Veracruz, junto con su personal de asistencia, constató el poder de recuperación de la paciente, debido a la mínima invasión de la intervención quirúrgica robótica, que se tradujo en menos riesgos postoperatorios, menor dolor y cuyas cicatrices, estéticamente no sería tan burdas, se borrarían con mayor facilidad al paso del tiempo.

A partir de esa fecha comenzó la profesionalización de Ruz Barros que lo llevó a obtener el grado de proctor certificador autorizado en México, respaldado por el Intuitive Surgical INC, empresa estadounidense encargada de desarrollar, fabricar y comercializar productos robóticos para realizar este tipo de operaciones, sobre todo, crear nuevas versiones de Da Vinci.

Sin lugar a dudas, el año 2014 fue fructífero para este médico cirujano, se le dio la encomienda de liderar la creación de la Clínica de Cirugía Endoscópica y Robótica Ginecológica en el Centro Médico Nacional “20 de Noviembre” del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), posicionándola como la primer sede para realizar procedimientos ginecológicos mínimamente invasivos de la más alta complejidad en el país con el robot Da Vinci.

Combinación

de habilidadesAunque parezca increíble la cirugía robótica tiene una curva de aprendizaje más corta que una operación laparoscópica, ya que en ésta el nivel de precisión se adquiere después de realizar aproximadamente 100 intervenciones quirúrgicas realizadas en un año, mientras que para perfeccionar los movimientos en la plataforma robótica el proceso de aprendizaje es menor – al menos 30 procedimientos- debido a que el especialista potencializa al máximo su destreza así como las bondades de robot, a través de la intuición.Así que antes de adquirir destreza y pericia para manejar robots, Rodrigo Ruz desarrolló su habilidad en el campo de la cirugía realizando aproximadamente dos mil histerectomías laparoscópicas, en un lapso de siete años, y en la cirugía robótica es el médico ginecológico con el mayor número de operaciones realizadas en todo el territorio nacional.

“En mi caso yo soy como la parte híbrida, pues yo tengo esa peculiaridad, ya que únicamente me dedico a esto y en nuestro medio, en México, el ginecólogo usualmente divide su práctica en 80 o 90 por ciento obstetricia, es decir, atender a mujeres embarazadas y un 10 o 20 por ciento en práctica ginecológica. Yo me dedico 100 ciento a la práctica ginecológica, por lo que combino perfectamente ambas técnicas”.

Las segundas

opiniones sí cuentanLa medicina al enfrentarse a casos particulares se convierte en una ciencia no exacta, por ello, las segundas opiniones son necesarias para corroborar diagnósticos y en lo que tiene que ver con algunas patologías ginecológicas, por no decir que “casi” todas, cobran relevancia para definir bajo qué procedimientos pueden ser abordadas.

“En Medicina hay una máxima: ‘Los ojos no ven, lo que la mente no conoce”, es por ello, que ante un diagnóstico serio, en donde la propuesta de tratamiento sea un procedimiento quirúrgico, nunca va a estar de más una segunda opinión”, aseveró el cirujano robótico ginecológico que realizó estancias médicas en España y Alemania.

De ahí que Rodrigo Ruz Barros, se ha convertido en una buena segunda opción, al ofrecer una solución por medio de la cirugía laparoscópica o la cirugía robótica, con resultados exitosos en las intervenciones quirúrgicas y con ello, mejorar el pronóstico en la salud de las pacientes.

La tecnología en Veracruz

Claro está que la falta de cirujanos robóticos ginecológicos, pues solo hay 19 en México, así como la centralización de la cirugía robótica en algunos hospitales del país ha conllevado a que solo un pequeño porcentaje de la población mexicana tenga acceso a esta innovadora tecnología.Por ello, Ruz Barros tiene como objetivo, matizado de “sueño romántico”, de traer su experiencia a su tierra natal, esperando que algunos hospitales privados de Veracruz Puerto, al darse cuenta de la importancia de contar con este tipo de cirugía de vanguardia, implementen, en breve, la cirugía robótica para poner en el mapa nacional a este estado del sureste mexicano como referencia en el tratamiento de patologías ginecológicas con tecnología de punta.
Mientras esto se concreta, viaja de manera frecuente al Puerto de Veracruz para consultar y cada 15 días a operar en el hospital StarMédica, donde realiza cirugías laparoscópicas, pero con la ventaja de que si la paciente desea someterse a una cirugía robótica sea canalizada a la Ciudad de México.Si bien una limitante para que más pacientes accedan a este tipo de procedimientos es el costo, debido a que cada caso es único, la vocación de los médicos para que los avances de la medicina lleguen a los rincones del país es de suma importancia, y Ruz Barros es un ejemplo de ello.


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