Se extingue comercio en centro de Veracruz por temor a Coronavirus

A la par del crecimiento de casos de coronavirus en el estado, la actividad comercial en el centro histórico de Veracruz decae paulatinamente y cada vez más establecimientos cierran sus puertas.

Al inicio de la semana se pudo observar más locales cerrados en la avenida Independencia, la principal en el primer cuadro de la ciudad.

Negocios de ropa y de otros giros ubicados en Independencia y Canal, Independencia entre Canal y Esteban Morales, e Independencia casi esquina Arista, entre otros, bajaron sus cortinas metálicas por tiempo indefinido, mientras dure la contingencia sanitaria.

Es cierto que aún tienen puertas abiertas algunas panaderías, farmacias, zapaterías y tiendas de ropa, pero cada vez son menos, ante la falta de clientes.

Sin embargo los negocios de franquicias extranjeras de comida rápida sí continúan trabajando, aunque con muy poca clientela.

Las banquetas están más despejadas, hay menos tránsito vehicular y visto desde otra perspectiva, se antoja más caminar por el centro histórico.

El temor de algunos empleados es que sus jefes también bajen cortinas, para siempre, y que ellos queden sin empleo, pues entienden que para los propietarios es incosteable pagar salarios si no hay ingresos.

Los pocos boleros que aún deambulan por el Zócalo de Veracruz parecen almas en pena, con sus cajones de madera en mano y sin nadie que los llame.

El fantasma del coronavirus amenaza con dejar al antiguo casco histórico de Veracruz convertido en una ciudad fantasma.

En calles cercanas al Parque Zamora sí se aprecia un poco más de movimiento, pero conforme las noticias dan cuenta del incremento de casos y ya con el primer fallecido el domingo 29 de marzo en el Hospital del ISSSTE en la ciudad de Veracruz, aumenta el temor entre la población.

En los bajos del Palacio Federal en la avenida 5 de Mayo entre Rayón y Ocampo, los vendedores informales de artesanías y otros productos se miran entre sí, en espera de ventas que no se logran porque cada vez hay menos dinero y compradores.

Y todo por culpa del COVID-19 llegado de importación desde lejanas tierras.