Crea en Veracruz escuelita para hijos de comerciantes
"Creo que es muy complejo este ciclo escolar para los niños, he visto algunos de los pequeños que sólo les encargan tareas y tareas pero no les explican los temas y no les dicen cómo deben de hacer las actividades específicamente, muchas veces, tanto los papás cómo los niños, se quedan con la duda y se hace un caos en ese triángulo de maestro padre de familia y alumno", aseguró Rubén Uriel Morales Vázquez, estudiante del cuarto cuatrimestre de la carrera de Aduanas y Comercio Exterior en el Centro Universitario de las Américas, quién se ha convertido en el maestro de una docena de niños de escasos recursos, quienes han encontrado en el también aspirante a estudiar Pedagogía, el apoyo que requieren para complementar las clases en línea que algunos toman.
Su incursión como maestro de estos pequeños inició al ayudar a una de sus tías con el apoyo escolar a sus primitos.
"Mi tía me pidió ayuda para apoyarla con sus hijos, ya qué es madre soltera y tiene que trabajar, entonces pues yo soy de la familia quién más tiempo tiene y también paciencia para enseñarles", dijo.
Empezó las clases cerca de los puestos de flores que están afuera del Panteón Jardín, donde trabaja su tía y poco a poco los demás se fueron enterando hasta que le
pidieron que armará una pequeña escuelita para apoyar a los niños de las personas que trabajan ahí.
"Muchas señoras son madres solteras y tienen que trabajar, por lo que no pueden estar al pendiente de ayudar a los niños con sus tareas y con sus clases en línea", detalló.
Desde hace aproximadamente un mes y medio el joven estudiante ha demostrado que tiene madera de maestro, pues se hace cargo de apoyar con las tareas y de explicarles lo que no entienden de las clases en línea a estos niños.
"Los ayudo de acuerdo a lo que yo he aprendido en todos mis años que llevó de estudiante y en lo que a ellos les piden de tarea en sus actividades escolares", mencionó.
Un rincón de una esquina, atrás de un puesto de refrescos, es el lugar que han improvisado como un aula, justo en la entrada del Panteón Jardín.
Rubén los auxilia con lo que los niños no entendieron durante sus clases en línea con el maestro y con las tareas que les encargan.
"Algunos de estos pequeños no cuentan con todos los recursos tecnológicos necesarios para tomar sus clases en línea, por lo que sólo se dedican a resolver los trabajos que los maestros envían a través de mensajes y se les acumulan porque son al menos 30 hojas de tareas por semana", aclaró.
Hay un caso especial que le preocupa a Rubén, se trata de una menor que tenía que pasar a primero de secundaria, sin embargo, debido a que su madre tiene que trabajar para sostener a tres hijos, la pequeña no tuvo la oportunidad de inscribirse en este ciclo escolar, pues debe de hacerse cargo del más pequeño de sus hermanos, quien tiene 3 años. Ella acude junto con su hermano de 11 años, quien pasó a sexto de primaria, a tomar las clases con Rubén.
"Por cuestiones económicas y familiares la niña ya no pudo estudiar la secundaria, entonces a ella yo le estoy enseñando un poco de lo que debería de estar viendo en primero de secundaria", dijo.
El ejemplo de este joven estudiante se ha vuelto popular, algo que lo complace y motiva a seguir adelante, con el deseo de que su acción sea imitada por muchos jóvenes.
"Me siento muy feliz de que mi pequeña contribución a la comunidad se haya hecho tan popular y ojalá que haya más personas como yo, que puedan apoyar en sus clases a vecinos, amigos o familiares, cuyos padres no pueden estar con ellos asesorándolos para las tareas escolares porque tienen que trabajar para llevar la comida a casa", concluyó.