García Luna y a Cárdenas Palomino, al servicio del Cártel de Sinaloa y los Beltrán Leyva
Sergio Villarreal Barragán alias “El Grande” reveló el 8 de noviembre de 2018 en la Corte de Distrito Norte de Chicago, Illinois, que Genaro García Luna y su “compadre” Luis Cárdenas Palomino, colaboraban para el Cartel de Sinaloa y los Beltrán Leyva cuando ambos estaban en la Secretaría de Seguridad Pública Federal durante el sexenio de Felipe Calderón.
El primero como Secretario de Estado, y el segundo en diversas posiciones claves en SSP durante ese gobierno, entre ellas Coordinador de Seguridad Regional.
LAS REUNIONES DE CÁRDENAS PALOMINO CON ARTURO BELTRÁN LEYVA
Según su propia confesión Sergio Villarreal Barragán trabajó para el Cartel de Juárez, cuando era encabezado por Amado Carrillo Fuentes. A partir del 2001 a la llamada Federación integrada por Ismael Zambada García, Joaquín Guzmán Loera, Ignacio Coronel Villarreal, del Cartel de Sinaloa, y los hermanos Arturo, Alfredo y Héctor Beltrán Leyva, entre otros.
Tras el arresto de Alfredo Beltrán Leyva en enero de 2008 hubo una ruptura entre El Mayo y Chapo con los Beltrán Leyva. Luego de la ruptura “El Grande” permaneció trabajando con los Beltrán Leyva. Fue arrestado en septiembre de 2010 por la Secretaría de Marina y fue extraditado a Estados Unidos en 2012 y juzgado en una corte federal de Texas.
El 8 de noviembre de 2018 “El Grande” fue presentado por la Fiscalía como testigo de cargo contra Reyes Arzate, ante el juez Harry D Leinenweber. El narcotraficante describió los encuentros entre Luis Cárdenas Palomino con Arturo Beltrán Leyva, Cárdenas Palomino era Coordinador de la División de Seguridad Regional de la SSP y García Luna era el Secretario.
“El Grande” afirmó que entre 2007 y 2008, cuando aún existía la alianza entre El Mayo Zambada, El Chapo Guzmán y Arturo Beltrán Leyva; éste último mandó a llamar a Cárdenas Palomino para pedirle información sobre las frecuentes incautaciones que la DEA estaba haciendo, en aguas internacionales, de barcos que transportaban droga de La Federación.
Arturo Beltrán Leyva estaba preocupado de que hubiera un infiltrado en la organización y ordenó a Alberto Pineda Villa alias “El Borrado”, quien en ese entonces era uno de sus hombres de mayor confianza, citar a Luis Cárdenas Palomino, entonces Coordinador de seguridad Regional de la SSP, y era parte de su equipo más cercano a García Luna.
En el primer encuentro sobre este tema sostenido entre Beltrán Leyva y Cárdenas Palomino estuvieron presentes Alberto Pineda Villa alias “El Borrado”, Iván Reyes Arzate, y el propio Villareal Barragán, según testificó él mismo.
En la reunión Beltrán Leyva informó a Cárdenas Palomino de los problemas que la organización estaba sufriendo a causa de los aseguramientos hechos por la DEA y le ordenó investigar sobre esto. Cárdenas Palomino dijo que investigaría a través de un contacto que él tenía en la embajada de México en Colombia para saber que estaba sucediendo.
Genaro García Luna había enviado como agregado de la Policía Federal en la embajada de México en Colombia a Francisco Javier Garza Palacios. Era otro de sus hombres más cercanos desde la AFI.
En la SSP federal lo nombró Coordinador de Seguridad Regional, pero lo tuvo que destituir en mayo de 2007 como, tras la masacre de policías en Cananea, Sonora y lo envió a Colombia.
Cárdenas Palomino también pertenecía al círculo más cercano de García Luna desde 2001 cuando éste último fue nombrado por el presidente Vicente Fox como titular de la Agencia Federal de Investigaciones.
Cuando terminó el sexenio de Felipe Calderón, fue públicamente conocido que Cárdenas Palomino se fue a trabajar con el empresario Ricardo Salinas Pliego, de Grupo Salinas.
En su cuenta oficial de Facebook el 22 de diciembre de 2012 anunció que “después de 23 años de servicio público he tomado la decisión de integrarme laboralmente a la iniciativa privada, por lo que a través de la presente hago público que he presentado mi renuncia a la titularidad de la División de Seguridad Regional y solicitado mi baja de la Policía Federal…”
El ex jefe policiaco, señalado por trabajar para el Cartel de Sinaloa y Los Beltrán Leyva, señaló en ese mismo mensaje “prácticamente la mitad de mi vida he sido policía. Más que un trabajo se trata de una forma de vida en la que he tenido la oportunidad de lograr satisfacciones muy especiales, como brindar ayuda y protección a las familias que fueron víctimas del crimen organizado o la inseguridad”. Pero de acuerdo a Villarreal Barragán Cárdenas Palomino habría trabajado para la delincuencia organizada.
LA AYUDA DE GARCÍA LUNA
“El Grande” declaró que hubo un segundo encuentro para hablar del tema, y también estuvo presente. Se llevó a cabo en una propiedad rural llamada “Mi Ranchito” ubicada en el estado de Morelos, en el municipio de Zapata, muy cerca de Cuernavaca.
El capo testifico que asistió Cárdenas Palomino acompañado de otros dos funcionarios de la SSP de “muy alto nivel”, y Reyes Arzate, de menor rango. Aunque no dijo los nombres de los otros funcionarios en la audiencia, si los reveló al Departamento de Justicia en los diversos interrogatorios que le hicieron de 2012 a 2017.
En ese segundo encuentro, testificó “El Grande”, Cárdenas Palomino dijo a Beltrán Leyva que había hablado con su “compadre Genaro García Luna” y éste le informó que había un informante colombiano de la DEA trabajando con el cartel de los Beltrán Leyva” y le proporcionó el apodo.
Cárdenas Palomino dio más detalles a Arturo Beltrán Leyva. Le dijo que el infiltrado había sido detenido por la DEA en Miami, Florida y lo liberaron con el objetivo de que éste les informara sobre los cargamentos de droga. Y le entregó la fotografía del infiltrado.
Barragán Villarreal declaró que Cárdenas Palomino dijo que García Luna obtuvo la información de Francisco Javier Garza Palacios, quien en ese entonces era agregado de la PF en la Embajada de México en Colombia, específicamente en Bogotá.
“El Grande” testificó que Beltrán Leyva se enojó mucho y ordeno secuestrar, torturar y luego asesinar al informante de la DEA gracias a la información proporcionada por García Luna, Cárdenas Palomino y Garza Palacios.
Garza Palacios dejó su cargo en la embajada de México en Colombia en febrero de 2009, según su declaración de finalización del puesto. Desde entonces se habría perdido su rastro dentro de la SSP.