Vandalizan activistas veracruzanas Monumento a la Vida en Orizaba

Mujeres de la Agrupación Feminista de las Altas Montañas vandalizaron el “Monumento a la Vida", colocando cartulinas, stickers y calcomanías de "#Ni una menos”, así como pañuelos verdes, con el objeto de pronunciarse a favor de la Interrupción Legal del Embarazo (ILE).

Cabe señalar que este monumento de la mujer embarazada fue inaugurado el pasado sábado 7 de diciembre en la Plazoleta de la Iglesia de los Dolores, ubicada en la esquina de la Oriente 6 esquina Sur 13 de la Colonia Centro, en donde estuvo presente el obispo de Orizaba Monseñor Eduardo Cervantes Merino y el alcalde Igor Rojí López, así como grupos en pro de la vida.

En el marco de la nochebuena, las feministas colocaron un tendedero con algunas consignas en defensa del aborto en las que se podía leer: "Penalizar el aborto no lo impide, solo hace que sea menos seguro".

Las mujeres mediante un comunicado exigieron; "Hoy, día en el que se celebra el nacimiento de Jesucristo, conmemoramos con esta acción la maternidad deseada de "La Virgen" María. Así como ella fue consultada y eligió ser madre, todas las mujeres tenemos el derecho de decidir sobre el fruto de nuestro vientre, para que éste sea bendito".

Puntualizaron que el monumento “Ni una más, ni uno menos” tiene como única identidad el ser una mujer embarazada vista como un cuerpo gestante, sin capacidad para ejercer su derecho a decidir libremente sobre sí misma, vulnerándose así sus derechos fundamentales, tales como el libre desarrollo de la personalidad; el derecho a decidir libremente sobre su cuerpo y sobre su vida, y sus derechos sexuales y reproductivos.

Por tanto, decidieron intervenir dicho monumento con un pañuelo verde, con la finalidad de reivindicar la gestación que esa mujer representa, para que así se entienda que la maternidad será deseada o no será.

Así mismo recordaron que los grupos opositores, que legal o no, las mujeres abortan y que en el abandono de la clandestinidad las mujeres mueren, y aunque esas muertes no son tipificadas como feminicidio, también son muertas por razones de género, víctimas de un Estado omiso, como es el caso de Veracruz, que pese a la Alerta de Violencia de Género por agravio comparado dictada el 13 de diciembre del 2017, el Estado sigue sin garantizar que en todas las regiones se cuente con centros de salud en que se provean los servicios seguros, oportunos, de calidad y gratuitos para la Interrupción Legal del Embarazo (ILE).

"El monumento “ni una más, ni uno menos”, ignora el origen de la consigna “ni una menos”, la cual ha sido enarbolada desde el año 1995, por aporte de la poeta Susana Chávez asesinada en 2011 víctima de un feminicidio. Dicha consigna fue producto de las violencias misóginas feminicidas que azotaban la Ciudad de Juárez en el campo algodonero. Fue creada para visibilizar a las muertas de Juárez, y exigir un alto a los feminicidios ocurridos en el Estado. Las víctimas de Juárez fueron asesinadas por razones de género", señalaron.

Relataron que durante el último año se cuentan ya más de 200 muertas en el Estado de Veracruz., "Consideramos relevante señalar que dichos feminicidios para ser considerados como tales, debieron ocurrir bajo ciertas circunstancias de tratos crueles y degradantes como lo son haber sido víctima de cualquier violencia sexual; haber sido mutilada o torturada, o que el cuerpo de la víctima haya sido expuesto en algún lugar público, como lotes baldíos, lugar recurrente en el Estado de Veracruz para abandonar restos de mujeres en bolsas negras".

Es por ello que decidieron intervenir la placa del monumento con un sticker que enarbola la consigna #NiUnaMenos., "Estamos hartas de salir con miedo a no regresar, estamos hartas de correr riesgo incluso en nuestros propios techos. Nos queremos vivas y nos queremos libres".

Así mismo cuestionaron públicamente la participación del alcalde Igor Rojí durante la inauguración de dicho monumento, así como las facilidades brindadas a los grupos que representan intereses católicos cuyo resultado fue brindar un espacio público para la instalación de la figura de una mujer que enarbola una ideología históricamente machista.