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La peluquería, un oficio que ha perdurado por generaciones, enfrenta altibajos en una economía cada vez más incierta, Asunción García Espinoza, propietario de la peluquería Galán, con 35 años de experiencia en el rubro, comparte su visión sobre la situación actual del sector en Misantla.
En los tiempos de bonanza, un peluquero puede atender entre 30 y 40 clientes por semana, lo que permite mantener un ingreso estable, sin embargo, la temporada de frío representa una baja considerable en la afluencia de clientes, reduciendo la cifra a tan solo 15 o 20 personas por semana, "hay días buenos en los que podemos llegar a 30 cortes diarios, pero también hay jornadas en las que apenas se cubren los gastos", señala García Espinoza.
Misantla cuenta con alrededor de 50 peluquerías, sin contar las estéticas, lo que refleja una competencia importante en el sector, no obstante, la fidelidad de los clientes y la constancia en el trabajo siguen siendo factores determinantes para la permanencia de un negocio de este tipo.
Sobre la incorporación de nuevas generaciones al oficio, García Espinoza observa que, aunque hay interés por parte de los jóvenes, muchos se decepcionan rápidamente al no contar con paciencia o clientes fijos, "es un trabajo que requiere constancia y dedicación, no es solo saber cortar el cabello, sino también generar confianza en la gente", explica.
La peluquería Galán sigue en pie, adaptándose a las circunstancias y confiando en que mejores tiempos llegarán, como en muchos otros oficios tradicionales, la perseverancia y la pasión por el trabajo son la clave para seguir adelante.