Iglesia amordaza a Solalinde, aún tiene prohibido celebrar misa en Veracruz
El obispo emérito de Veracruz, Luis Felipe Gallardo Martín del Campo, sin profundizar, se refirió al sacerdote Alejandro Solalinde, defensor de migrantes y titular del albergue Hermanos en el Camino ubicado en Ixtepec, Oaxaca, a quien él le prohibió oficiar misas en cualquier parroquia de la demarcación de la Diócesis de Veracruz.
“Se lo dije a él: ‘mire, si usted después de celebrar un sacramento, que es sacramento de unidad, de comunión, empieza a dar diría yo, agresiones a los obispos, a la Iglesia y esto como si usted no formara parte, es una contradicción. O se compromete a eso, o no le permito celebrar en la diócesis’. No quiso comprometerse”, recordó Gallardo.
En consecuencia le dijo que no podía oficiar misas.
Sin embargo admitió que ya es hora de levantar ese veto, pero él ya no es obispo en funciones, sino obispo emérito.
“Yo pienso que el próximo obispo tendría que quitarle la prohibición”, opinó.
Por otra parte, el religioso urgió a frenar la irrupción de la delincuencia en el ámbito infantil pues admitió que ésta no respeta a nadie y ni siquiera los religiosos escapan de sus tentáculos.
Reiteró la oposición eclesiástica a que en Veracruz se permita el matrimonio igualitario, reconoció el derecho de las parejas del mismo sexo a legalizar sus uniones, pero que no las llamen matrimonios; y opinó que habría que levantar ya al sacerdote Alejandro Solalinde la prohibición para oficiar misas.
En cuanto a recientes noticias de niños armados, las consideró inauditas pues aunque en los últimos años la delincuencia ya usaba a menores para el tráfico de drogas, la tarea principal era vigilar y alertar contra el peligro, pero dijo que darles armas de fuego ya es otra cosa.
En su opinión, es momento de que la sociedad y las familias tengan más control sobre las nuevas generaciones, pero admitió que nadie, ni los clérigos escapan de las redes delictivas, aunque no abundó en detalles.
“(A los niños) los sojuzgan: ‘o le entras o…’, así hacen, la extorsión es tremenda, a todo mundo extorsionan (…); a los obispos los extorsionan, los quieren… de alguna manera uno tiene que también, sobre todo por teléfono, sobre todo con ese tipo de cosas, a los padres y a todo mundo”, indicó Gallardo.
Por eso el clérigo destacó la importancia de que la sociedad se una y actúe para frenar la irrupción de los delincuentes sobre los niños y adolescentes.
CUESTIÓN DE NOMENCLATURA
El obispo emérito de la Diócesis de Veracruz afirmó que la Iglesia Católica no se opone a que legalicen las uniones entre por personas del mismo sexo, siempre que no las llamen matrimonios, y que una eventual reforma al Código Civil del Estado de Veracruz no permita esa figura.
“Que le pongan otro nombre, que no lo equiparen con la familia, que hagan otro tipo de forma que garantice lo que ellos quieren, pero que no le llamen familia, porque llamándole familia trae todas las consecuencias de los derechos que tiene la familia, y eso no puede ser.
“El derecho de asociación es un derecho natural, el Derecho Canónico lo dice también, lo reconoce la Iglesia: el derecho de asociación es un derecho natural. Lo que no se puede es llamar ‘familia’ a esa unión homosexual”, asentó Gallardo.
Fuera de eso, admitió que el Código Civil de Veracruz ya requiere actualización, pero sin adicionarle cosas que según él, destruyan a la familia, pues remarcó que ésta es el sustento de la sociedad e implica procrear hijos.