Frente al COVID-19 no hay que ser indiferentes, pide Iglesia de Orizaba

Ante la información que se da de la pandemia del COVID-19 nadie debe ser indiferente y al menos con la oración hay que ser solidarios y colaborar, señaló el obispo de la Diócesis de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino.

Al celebrar la homilía, el prelado señaló que organizarse para la caridad quizá no resuelva los problemas de todos, pero sí ayuda a las personas y fomenta en la población la solidaridad.

Recordó que Jesús anima a ser solidarios con el que sufre, con quien pasa por momentos difíciles y tienen necesidad, y esto permite construir un camino de fraternidad.

Puntualizó que lo que no se debe hacer es usar a la gente en su pobreza, mientras que los pobres tampoco se deben dejar usar por los poderosos porque también se debe tener dignidad en medio de las necesidades.

Agregó que el ser solidario ayuda también a superar el pesimismo, el individualismo y multiplicar el pan del ánimo, de la esperanza, de la alegría, de los valores, en la familia y con los amigos.

“Nos toca multiplicar el cuidado de unos y otros, ayudarnos a cuidarnos en medio de esta crisis sanitaria, todo lo que podamos hacer con lo que nos dicen con los hábitos de higiene, estamos rezando por los hermanos que las estadísticas dicen que son números, no, son personas, son hijos de Dios, son hermanos, son vecinos, son conocidos”, expresó.

Monseñor Cervantes Merino encomendó al Señor a los más de 400 mil pacientes que hay en México y pidió también por las 47 mil familias que han perdido a un ser querido debido a esta enfermedad, los cuales no son un número, sino personas que mueren, 784 tan solo del sábado al domingo.

El obispo pidió a la población cuidarse más y poner en Dios su esperanza.