En Tamiahua ‘aíslan’ familias; en Álamo disfrutan vacaciones
En el norte de Veracruz la contingencia por el coronavirus se vive en formas diferentes. Mientras que algunos municipios han implementado cercos sanitarios para evitar la llegada de personas con síntomas de COVID-19 e incluso han cerrado playas, lagunas y ríos al público, otros pareciera que han olvidado las indicaciones emitidas por las autoridades federales.
Tal es el caso de Álamo. A pesar de que Conagua recientemente restringió la entrada a diversos cuerpos de agua en el estado para evitar la llegada masiva de personas y disminuir los contagios de coronavirus, a orillas del río Suchil, una de las fuentes de abastecimiento de agua en la zona norte, decenas de personas han llegado para disfrutar un “merecido descanso”.
Familias completas, parejas, jóvenes y personas hasta con sus mascotas acuden para olvidarse del virus que en Veracruz ya ha cobrado la vida de dos personas. Los días pasan sin novedad en esta región.
Mientras tanto en Tamiahua, uno de los primeros municipios que aplicaron filtros y prohibieron el ingreso de personas ajenas a la ciudad, una familia proveniente de Monterrey se encuentra totalmente aislada, afirman, por instrucciones de la alcaldesa Citlali Medellín.
Pidiendo el anonimato aseguran que desde que llegaron a visitar a unos familiares y debido a rumores de que estarían contagiados, las autoridades les han prohibido abandonar la pequeña casa donde actualmente se encuentran.
“No podemos trabajar ni salir a la tienda por agua, pañales para el bebé… aquí tengo mi lancha pero no podemos (…) nos tiene vigilados la señora alcaldesa”.
Otro de los que se encuentran aislados afirma que incluso la edil ofreció “pagarle lo que quiera” por quedarse ahí; sin embargo no ha regresado a entregar el apoyo económico o para verificar el estado de salud de quienes presuntamente estaban contagiados.
Esta familia sostiene que fue “por cometarios de un vecino” que se tomó la decisión de dejarlos encerrados, sin la posibilidad de ir por los productos básicos, por lo cual aún esperan indicaciones y saber si, casi después de tres semanas, podrán dejar la vivienda y volver a trabajar.
