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Debe ponerse bajo lupa a la fiscal de Veracruz por criminalizar a Diana: Tomás Mundo

Debe ponerse bajo lupa a la fiscal de Veracruz por criminalizar a Diana: Tomás Mundo

En el caso de Diana Patricia “N”, quien afronta un juicio por un aborto que sufrió, debe revisarse la actuación de la fiscal, pues esa mujer oriunda de Oluta ni siquiera debería estar en prisión, señaló el abogado penalista Tomás Mundo Arriasa.

“Yo creo que ahí, no sé el proceso cómo lo estén llevando, si yo entrara a litigar, lo primero que haría sería revisar la actuación de la fiscal que está integrando esto. Si la fiscal se aparta de los lineamientos objetivos de legalidad, de respeto a los derechos humanos que debe observar y no lo hizo, yo la denunciaría a ella por la probable comisión del delito de abuso de autoridad”, expuso.

Mundo Arriasa indicó que la fiscal tiene la obligación de recabar todo el material probatorio, no dejar a la gente en la cárcel nada más porque sí.

Recordó además que la Ley Orgánica de la Fiscalía establece que ésta es una institución de buena fe y para liberar a esa mujer es suficiente con un razonamiento.

Agregó que al seguir Diana Patricia en la cárcel hay una responsabilidad para quien la sigue manteniendo en prisión, que en este caso es la Fiscalía.

El caso de esta mujer del sur del estado ha sido motivo  de polémica luego de que sufriera un aborto espontáneo en el sexto mes de su embarazo, cuando se encontraba en los sanitarios de una tienda departamental en Coatzacoalcos y, asustada por lo ocurrido, se fuera a su casa.

Posteriormente, a través de las cámaras de seguridad se dio con ella y luego se conoció que esta mujer de escasos recursos tenía tres hijos más y vivía una situación de violencia familiar y una semana antes de sufrir el aborto fue agredida por su marido, al cual dejó para irse con unos parientes, pero él fue por ella y la regresó a la casa de ambos, donde nuevamente la golpeó, lo que terminó provocándole le pérdida de su hijo.

Mientras se ella se encuentra en la cárcel, su marido  huyó llevándose a su hijo más pequeño, de dos años, sin que se conozca su paradero.