Rebanarán la torre política de los Yunes

El 14 de junio en la mañanera a 8 días de haberse realizado las elecciones, el presidente Andrés Manuel López Obrador se lanzó contra la Torre Centro, así denominada por algunos, y por la empresa Trece Inmobiliaria llamada Torre Arista.

Dicen que el propio presidente lo comentó en la zona naval, ante los mandos militares, cuando se presentó a la ceremonia del Día de la Marina y vino al puerto el 1 de junio y aseguró que lo vio desde una de las embarcaciones durante un acto conmemorativo.

Fue desde dicho barco cercano al hotel Emporio, en el malecón del paseo, donde también grabó un video de respuesta a las críticas y ofensas de Miguel Ángel Yunes Linares.

Con esa visión y el sentido crítico de AMLO que le despertó ver el imponente inmueble, parece que se le vinieron a la memoria entonces, las ofensas, calificativos, diatribas y calumnias que le habría lanzado el entonces gobernador Miguel Ángel Yunes Linares y posteriormente en campaña, su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez, como candidato a la gubernatura en ese 2018.

A López Obrador se le reconoce, entre su círculo cercano, por lo informado, que además de lo que debe estar un presidente de la República, por esa virtud que tiene en su persona.

Por ende, para nadie es extraño que supiera que en esa construcción, que desentona con los monumentos de la zona porque “el Faro, donde estuvo el gobierno de Juárez, el gobierno de Carranza, ahí se dieron a conocer las Leyes de Reforma, ahí se dio a conocer la Ley Agraria de 1915”, estaba también vinculada a sus detractores políticos, los Yunes.

Y es que las versiones han saltado en torno a que, como se ha documentado, los que están dando la cara son los empresarios, Carlos Ramos de la Medina y el constructor, un miembro de la familia Fernández, conocido por ser propietarios además de los cafés de La Parroquia. Pero no son los verdaderos dueños.

Pero a todo esto, la verdad es que los mal pensados opinan que el misil hacia la torre sobre la calle Arista no fue para la edificación del emporio material que significa esa construcción donde se han vendido casi todos los departamentos lujosos de la misma, sino más bien fue un certero artillero al corazón político del clan yunista y los líderes del poderío azul en la conurbación.

Y si se ordena rebanar la torre entonces se reduciría de 24 a 6 niveles, puesto que el dictamen de Protección Civil así lo ha establecido, y la enigmática y polémica torre se tendría que desmoronar a solo 6 pisos, perdiendo el resto de la construcción y lo peor, el dinero que ya se pagó por él por parte de los compradores.

El golpe político se cierne pues, sobre las aspiraciones venideras para buscar el poder en el 2024 por parte de los Yunes, puesto que se trata de un palo en detrimento de su inmensa fortuna y financiamiento para operar las elecciones como lo hicieron en los comicios del 6 de junio y buscar conservar la alcaldía.

Y por otro lado, y una vez hecho el ruido necesario con la “torre centro” se puso en el ambiente político-electoral una nube tóxica que ha empezado a permear entre quienes decidirán el futuro de las elecciones en los tribunales. Y es que como se sabe esto no ha terminado, puesto que de acuerdo a los tiempos y a la impugnación que hicieron los de Morena contra el PAN y los Yunes, así como su candidata Patricia Lobeira esperan una resolución entre agosto y septiembre de este año.

LA OTRA INVESTIGACIÓN

Lo que sigue después de una “torre rebanada” en lo que el gobernador del estado, Cuitláhuac García le está dando puntual seguimiento debido a que su padrino político y el jefe de las instituciones al que se debe es al Presidente de México, será indagar la forma en que se manejaron los recursos económicos es decir el origen de la inversión en dicha torre.

Y es que aseguran los que saben, que los empresarios difícilmente podrán comprobar los recursos metidos en ella, con dinero en efectivo, probablemente producto del diezmo y los beneficios de la obra pública municipal, para posteriormente se le fuera retornado como producto de la venta de los departamentos del multicitado inmueble, blanqueando de esta manera un enorme recurso millonario.