Llegó la hora de la naturaleza
Vivimos un momento excepcional en el que la naturaleza nos envía un mensaje.
Con un millón de especies de plantas y animales en peligro de extinción en todo el mundo, nunca ha habido un momento más importante para enfocarse en la protección de la biodiversidad.
Este es un año de urgencia, ambición y acción para abordar la crisis que enfrentan los ecosistemas. También una oportunidad para incorporar más plenamente las soluciones basadas en la naturaleza en la acción climática global.
Ayer 5 de junio, se conmemoró la fecha más importante en el calendario oficial de las Naciones Unidas para fomentar la acción ambiental.
Desde 1974, esta fecha se ha convertido en una plataforma global de alcance público que reúne a gobiernos, empresas, celebridades y ciudadanos en torno a un asunto ambiental apremiante.
El Día Mundial del Medio Ambiente es, sobre todo, una propuesta mundial para inspirar un cambio positivo, y se basa en el precepto de que un cambio global requiere de una comunidad global.
El Día impulsa a las personas a pensar en la forma en la que consumen; a las empresas, a desarrollar modelos más ecológicos; a los agricultores y fabricantes, a producir de forma más sostenible; a los gobiernos, a salvaguardar los espacios silvestres; a los educadores, a inspirar a los estudiantes a vivir en armonía con la Tierra; y a los jóvenes, a que se conviertan en audaces guardianes de un futuro verde. Se requiere de todos nosotros.
A lo largo de los años, se ha convertido en la principal herramienta de divulgación pública sobre una cultura de la conservación del medio ambiente y convoca a millones de personas en más de 150 países.
En 2020 el tema es la biodiversidad –motivo de preocupación tanto urgente como primordial–. Eventos recientes, como los incendios forestales sin precedentes en Brasil, California y Australia, la invasión de langostas en el Cuerno de África y ahora la pandemia de COVID-19, demuestran la relación a veces difícil entre los humanos y las redes de la vida cotidiana.
Ahora es el tiempo, para llamar a los líderes mundiales a poner el cuidado de la naturaleza en el centro de los planes de recuperación pos-COVID-19, que ha puesto en evidencia que cuando destruimos la biodiversidad, destruimos el sistema que sustenta la vida humana.
En este contexto existe la necesidad de crear paquetes de recuperación económica alineados con el fortalecimiento de la sustentabilidad y la resiliencia de las poblaciones, si se marcha en sentido contrario se generarán escenarios de vulnerabilidad económica, ambiental y social, cuyos efectos nos alejarán de una vida digna y saludable.
Esta es una fecha crucial para enfocar el rol crucial de la biodiversidad en un año crítico para la toma de decisiones ambientales, por la cada vez mayor necesidad de respetar la capacidad del planeta y cómo gestionar los recursos de modo eficiente, todos estos aspectos son de gran relevancia si queremos asegurar la prosperidad y bienestar de todos.
Para cuidar de nosotros mismos, primero debemos cuidar la naturaleza. Llegó la hora de reaccionar; de darnos cuenta; de levantar nuestras voces; llegó la hora de reconstruir mejor, por las personas y por el planeta.
Este Día Mundial del Medio Ambiente, llegó la Hora de la Naturaleza.
#CambiaUnaAccionCambiaTodo.
