Bufones sociópatas
En diciembre de 2017 tuve el privilegio de conocer a Noam Chomsky, famoso lingüista, filósofo y crítico político estadounidense, en el aeropuerto de Tucson, Arizona.
Fue un saludo breve, cordial y sustancioso. Me causó gran asombro su lucidez y agilidad mental. Tenía 88 años de edad.
En esa oportunidad me expresó que visitaría nuestro país porque disertaría la conferencia “Capitalismo Gángster”, en la Universidad de Sonora.
Y fue precisamente en Hermosillo donde el presidente López Obrador conversó en privado con el activista, quien lo dejó hondamente impresionado por su capacidad intelectual.
Tras el encuentro AMLO escribió el siguiente mensaje vía twitter:
“Fue un placer conversar largamente y con profundidad con Noam Chomsky, uno de los intelectuales más destacados del mundo”.
Más tarde, en conferencia con los medios de comunicación (entonces tenía buena relación con la prensa, porque hoy etiqueta a los periodistas de fifís, doble cara, fantoches, conservadores, hipócritas, sabelotodo, hampones, etc.), declaró: “Yo me reúno con intelectuales, me reúno con gente de la academia, Chomsky es uno de los mejores teóricos de la actualidad en el mundo. Una gente de mucho respeto”.
Un día después de conocer a Chomsky, el tabasqueño se registró como candidato presidencial; o sea, pergeñó--usando la imagen del activista-- la estrategia inicial de su campaña política en busca del voto popular.
En esa ocasión, el oriundo de Macuspana, impulsado por la coalición Juntos Haremos Historia, presumió que aunque el filósofo no podía votar en las elecciones en México por ser extranjero, contaba con su simpatía para obtener el triunfo electoral (ocurrencia con olor electoral).
“Fue una reunión de simpatías mutuas” (mmm... ¿mutuas?), expresó el ahora mandatario que, por cierto, no ha podido solventar la severa crisis económica que enfrenta nuestro país, ni la epidemia que ha dejado miles de defunciones (No existe una estadística confiable).
Haré lo imposible por entrevistar a Chomsky. La epidemia global complica la búsqueda del personaje. De lograrlo, le preguntaría:
¿Cuál es su opinión del desempeño del presidente mexicano?
Tal vez la respuesta ya fue difundida en la entrevista que concedió en días pasados a un portal italiano donde sostuvo que el coronavirus no es el principal problema.
El calentamiento global y una posible guerra nuclear incitada por la lucha de recursos naturales ---como puede ser el agua en un futuro--- son para
Chomsky los grandes retos que enfrenta la humanidad en el inicio de la gran crisis de la civilización.
El politólogo precisó que estos desastres podrían evitarse pero el liderazgo de países como Estados Unidos o Gran Bretaña (encabezados por “bufones sociópatas”), obstruye que se haga algo al respecto.
“Es aterrador que los gobiernos más poderosos no tengan esa prioridad; prefieren ceder toda la dirección a las tiranías de las grandes corporaciones y a la llamada dictadura del mercado”, reveló el lingüista. Chomsky señaló también que la pandemia del coronavirus pudo evitarse, pero no hubo reacciones a tiempo ni se concertó una investigación sobre el tema para prevenir la propagación masiva.
“Enceguecidos por la ambición, el egoísmo o la apatía (al permitir gobiernos patológicamente incompetentes), nosotros mismos nos hemos puesto en esta situación. La negligencia de los gobernantes puede tener efectos secundarios cataclísmicos, como una guerra nuclear”, sentenció.
Son alarmantes sus conceptos cuando afirma que todavía existe una oportunidad de reinventar el mundo, porque se presenta como la última llamada, y a la luz de la situación actual como una posibilidad remota para cambiar el curso de la historia.
Es de gran trascendencia precisar que el calentamiento global pone en riesgo progresivo la continuación de la civilización.
En resumen, Chomsky criticaa los gobiernos más poderosos del mundoal sostener que están liderados por bufones sociópatas y patológicamente incompetentes que rayan en la negligencia; prefieren impulsar la fabricación de armas y cremas cosméticas, que realizar investigaciones científicas para prevenir la muerte de nuestro planeta.
El relato de la entrevista comienza con el siguiente apotegma: “Es el tiempo de la peste cuando hombres dementes lideran a los ciegos”- Shakespeare, El Rey Lear.