Andamiaje judicial solo beneficia a las empresas
En medio de esa vorágine que ya envuelve al Congreso de la Unión con la llegada paulatina de sus nuevos diputados federales, el presidente de la República volvía a imponer el ritmo legislativo a las dos cámaras federales. Verbigracia: ha dicho ayer en su mañanera que aunque la intención con la reforma constitucional en materia eléctrica anunciada “no es ir a fondo”, sí trazó los perfiles de la misma: “vamos a plantear al Congreso”, dijo Andrés Manuel López Obrador, “que el Estado pueda hacerse cargo –a través de la Comisión Federal de Electricidad- del 54 por ciento del mercado nacional (de la energía eléctrica), y el 46 restante la iniciativa privada”.
Dos reporteros españoles lo habían sometido a preguntas en las que iban aupadas implícitamente los intereses de grandes empresas españolas. Una de sus respuestas derivaba hacia la reforma constitucional que ha anunciado hace unos días, en materia eléctrica.
Y seguía: Actualmente, “la CFE puede aportar el 35 por ciento y tiene capacidad para mucho más. Pero sus plantas están paradas o subutilizadas porque no les permiten el despacho. Los órganos que crearon con la reforma energética, están por encima de la autoridad de las empresas públicas. Por encima de Pemex y por encima de la CFE.
“La ley, por ejemplo, es la que decide y cómo funcionan estos órganos autónomos, que son los que definen la distribución del mercado. Por eso vamos a modificar la constitución para que 54 por ciento sea abastecido por la CFE y 46 por ciento para la iniciativa privada.
“No es desplazar al sector privado. Es poner orden, porque no se le puede dar el mismo trato a Repsol o a Odebrecht que la CFE. La CFE es una empresa pública que no tiene fines de lucro. Es una empresa pública para que no aumente el precio de la luz, en beneficio de los consumidores domésticos y para beneficio de las empresas. Es para impulsar el desarrollo de México. El propósito de las empresas particulares es la ganancia, la utilidad, el lucro. Entonces ¿cómo se les va a dar el mismo trato? De acuerdo a la reforma energética, el trato preferencial fue para las particulares.
La reforma que estamos proponiendo es: vamos a mejorar esta relación y que la CFE pueda dar el servicio, mantener la red nacional. Es un asunto hasta de seguridad nacional. Tiene que ver con la protección civil. Tiene que ver con garantizar que no haya apagones. Que no nos falte nunca la luz, pero se necesita poner orden. Eso lo que se va a hacer con la nueva reforma.
“No queremos meternos a fondo, es sólo darle un trato preferencial a la CFE, porque si no, es sancionada y se le considera monopolio por el instituto de la competencia, que defiende a las empresas particulares, y que está en contra de la CFE y Pemex.
“Cuando hicimos una reforma legal, todavía no se publicaba y a unas horas empezaron a llover amparos. Y lo más sorprendente es que así, con esa rapidez, ese instituto de la competencia, también presentó un amparo en contra de la ley eléctrica.
“No guardan ni siquiera una actitud de mediación, equilibrio, de conciliación. No. Hicieron esta reforma energética y montaron todos estos aparatos supuestamente autónomos, para favorecer a las empresas particulares, nacionales y sobre todo extranjeras.
“Son órganos autónomos del pueblo y de la hacienda pública; pero dependientes completamente del sector que ha sido beneficiado con la política neoliberal. Es lo que estamos corrigiendo”.
Hacía un instante, la misma reportera había preguntado a López Obrador su opinión sobre el agarrón de CFE con la empresa gringa Whitewater Midstream, una comercializadora de gas natural que fue tremendamente beneficiada con contratos firmados con el gobierno de Enrique Peña Nieto.
AMLO respondió: “Parte considerable de mi tiempo lo he tenido que dedicar a enderezar entuertos, porque el gobierno permitió el saqueo de la hacienda pública. Y estamos encontrando todavía contratos leoninos, contratos en donde se benefició a empresas a costa de perjudicar o afectando la hacienda pública de México. Estos contratos, por ejemplo.
“Muchos ya convertidos en litigios, ya en tribunales. Acabamos de perder en tribunales internacionales un litigio acerca de una obra de ampliación de la hidroeléctrica de Chicoasén, que tenemos que pagar una cantidad por eso. El dilema siempre ha sido para nosotros acudir a los tribunales –es interesante eso- en donde siempre perdemos, porque todo el aparato judicial (internacional) lo construyeron, todo el andamiaje judicial, está construido para favorecer a las empresas.
“Es muy difícil que gane el gobierno. Ni en México ni en el extranjero. Ante esa situación, es una realidad, hemos optado por buscar acuerdos. Decirles; a ver, cuando el gobierno estaba al servicio de ustedes, y ustedes eran los que mandaban -porque ustedes tenían secuestrado al gobierno-, se firmaron estos contratos; pero son completamente injustos, como los contratos que firmaron para los gasoductos, en donde había que estar pagando tarifas elevadísimas y al final los gasoductos se quedaban como propiedad de las empresas.
¿Por qué hicieron lo de los gasoductos? Por corrupción. Porque compraron gas de manera exagerada. Tenemos que hacernos cargo de contratos que significan el doble del gas que necesita México y que se tiene que pagar, aunque no lo usemos.
“Pero, ¿por qué hicieron estos gasoductos? Porque supuestamente iban a construir 12 plantas termoeléctricas que iban a requerir ese gas. Pero no las construyeron. Pero sí entregaron los contratos para el gas, por influyentismo”.
Merece mención aparte lo que dijo a España.
