Ciudad de México | 2022-11-26
El estado de Veracruz presenta grados de delincuencia y corrupción que no permiten realizar un trabajo adecuado contra el tráfico y trata de personas, delitos que se han invisibilizado a conveniencia de las organizaciones criminales. Hombres y mujeres de Veracruz son víctimas de explotación sexual, trabajos y servidumbre forzada de personas indígenas y menores de edad, de acuerdo con diagnósticos oficiales y de organizaciones de la sociedad civil.
Entre 2015 y junio de 2021, en los municipios de Acayucan, Altotonga, Ángel R. Cabada, Boca del Río, Catemaco, Cosoleacaque, Las Choapas, Emiliano Zapata, Huayacocotla, Isla, Martínez de la Torre, Orizaba, Ozuluama de Mascareñas, Poza Rica, Paso del Macho, Pánuco, Perote, Sayula de Alemán, Tierra Blanca, Veracruz y Xalapa, se registraron 43 denuncias por el presunto delito de trata de personas.
No obstante, de acuerdo con informes de la FGR vía transparencia, del 2019 al 2022, entre los casos en Veracruz de trata de personas solo ha sido posible ubicar desde el Gobierno Federal a 10 hombres y 2 mujeres víctimas del delito. Incluso de nacionalidad guatemalteca.
Por estos casos de trata de personas en Veracruz, se iniciaron 5 carpetas de investigación. Sin embargo, no se abrió ninguna averiguación previa ni hubo, por tanto, personas vinculadas a proceso.
Recientemente, autoridades del estado de Guanajuato informaron del rescate de 14 menores de edad, varios de ellos enviados a Veracruz, que fueron enganchados por una red de pedofilia y trata de personas que operan a través las redes sociales y entregados al crimen organizado para trabajos forzados en cultivos de droga en varios casos.
Habían sido secuestrados mediante engaños en Facebook y TikTok, en donde los delincuentes se hacían pasar por adolescentes. Todas las víctimas son originarias del municipio Santa Cruz de Juventino Rosas, en Guanajuato, pero su localización se dio en varios estados del país.
Una de las víctimas fue localizada en Guadalajara, otra en Comonfort, Guanajuato; dos más en Querétaro, una en Celaya, cinco en Veracruz.
Presuntamente el crimen organizado se llevó a los menores de edad para que trabajaran en el campo de la droga. Según el diario local Zona Franca, los hombres usaban perfiles falsos con fotos de adolescentes para atraer a los niños, niñas y adolescentes, y así interactuar con ellos.
En la Región Bajío se identificó como estados de tránsito en la ruta a Estados Unidos. Asimismo se detectó trata con fines de trabajo forzoso en los campos agrícolas de San Luis Potosí, Guanajuato, Nayarit, Jalisco, así como en la tala de árboles en Querétaro y algunas zonas muy ubicadas con casos de trabajo infantil.
Las niñas y mujeres veracruzanas siguen siendo privadas de la libertad a manos de organizaciones criminales para su explotación sexual en muchos casos, advirtió a Imagen del Golfo Anais Palacios, consultora del Instituto de Derechos Humanos y Democracia.
´Hemos conocido de algunos testimonios donde personas logran escapar de los captores y narran situaciones atroces´.
Las víctimas son sacadas de Veracruz por medio de un 'impresionante' aparato estratégico. Los traficantes de mujeres y niñas van pasos adelante de las autoridades.
A la par, de acuerdo con un mapeo proporcionado al Senado de la República por organizaciones de la sociedad civil, con el apoyo de Hispanics in Philanthropy (HIP), se ha detectado que en el Bajío se tuvo una fuerte presencia de zonas clandestinas de enganche de personas migrantes con fines de trata para trabajos forzosos y explotación sexual en la huastecas de Veracruz, San Luis Potosí e Hidalgo.
Igualmente se señalaron situaciones de trata interna para servidumbre forzada de personas indígenas explotadas interestatalmente, así como de personas originarias de Guerrero, Oaxaca, Jalisco, Chiapas, Veracruz, Hidalgo, Nayarit y Chihuahua. Y se presume la relación de trata con desapariciones de mujeres adolescentes en los estados que comprenden esta región e incluyen Puebla y Nuevo León.
La colindancia de la Región Centro con varios estados que sufren graves situaciones de violencia por delincuencia organizada, como Guerrero, Veracruz y Jalisco, ha provocado un notorio incremento en la migración hacia Puebla, Estado de México y Ciudad de México.
El desplazamiento de población en búsqueda de trabajo, ha hecho de Puebla, el Estado de México y la Ciudad de México, entidades de atracción sobre todo para la construcción, refiere el diagnóstico auspiciado por Hispanics in Philanthropy.
Nuevo León: llegan de San Luis Potosí, Baja California, Ciudad de México, Chiapas, Veracruz, Oaxaca, Guatemala, El Salvador, Honduras. De Rusia se dio un caso que llegó a la Ciudad de México y fue desplazada al refugio de Nuevo León.
De Nuevo León las víctimas se mueven a Estados Unidos, Cancún, Tamaulipas. La Ciudad de México funge como zona de reclutamiento, a donde envían a las víctimas de Nuevo León.
San Luis Potosí: llegan de Guerrero (Tlapa de Comonfort), Chiapas (Chenalhó, San Juan Chamula), Oaxaca, Coahuila (Saltillo), Hidalgo, Guanajuato, Veracruz Puebla, Chihuahua (Guachochil), Honduras, Guatemala y Salvador.
De este estado se desplazan a Nuevo León (Monterrey, San Nicolás de los Garza), Coahuila (Saltillo y Torreón), Estados Unidos (Texas, California, Georgia, Luisiana), Querétaro (Concá y Jalpan) y Tamaulipas (Matamoros y Ciudad Mante).
Chihuahua: es el destino para víctimas de Coahuila, Durango, Veracruz y Ecuador.
Zacatecas: van a Nayarit, Sonora, Chihuahua, Estados Unidos y Canadá. Llegan de Nayarit, Sonora, Chihuahua, Veracruz, Guerrero, Oaxaca, Zacatecas (Fresnillo) y Honduras.
Aguascalientes: llegan de Michoacán, Guanajuato, Veracruz, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Costa Rica, Honduras, África y Guatemala.
Ciudad de México: llegan de Puebla, Oaxaca, Querétaro, Michoacán, Veracruz, Estado de México, Tlaxcala, Hidalgo, Tabasco, El Salvador y Colombia.
Tabasco: salen a Veracruz, Ciudad de México. Cruzan por ahí de Centroamérica (Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua).
Puebla: van a Veracruz, Oaxaca, Tlaxcala y Chiapas.
Veracruz: van a Hidalgo, Puebla, Tamaulipas y Tabasco.
Carlos Saldaña aseveró a Imagen del Golfo que los puertos mexicanos son altamente vulnerables para la trata y tráfico ilegal.
Puertos, como el de Veracruz, siguen siendo claves en la ruta de las bandas de trata, sin que el Gobierno Federal haga algo para impedirlo.
Por ello, el Colectivo Familias Enlace Xalapa exigió en su momento a la extinta PGR revalorar las evidencias que apuntan a una red con alcance internacional operando en Veracruz. Hasta el momento siguen sin hacerlo.