Xalapa | 2022-04-15 | Elías Durán
La Virgen Dolorosa volvió a recorrer las principales calles de Xalapa luego de dos años en los que la pandemia de covid-19 impidió la realización de la Procesión del Silencio, acto mediante el cual los fieles católicos le dan el pésame a la madre de Jesús.
La procesión partió en punto de las 21:00 horas de la Iglesia Emperatriz de Américas, donde sacerdotes, religiosas, organizadores y miembros de diferentes grupos eclesiásticos se reunieron para participar.
Previo a iniciar su participación dentro del grupo de jóvenes que abren paso a la procesión con tambores, Diana Lizeth Abad Ramírez compartió que lleva más de 15 años asistiendo al recorrido realizado cada Viernes Santo.
Para ella, acompañar a la Virgen en procesión significa demostrar gratitud por su intercesión, así como entender el dolor que la ‘madre de Dios’ vivió. “En nuestro día a día vivimos muchas adversidades, problemas, cosas que no logramos entender, y ella, al haber perdido a su hijo es quien ha tenido un dolor tan grande que solamente así puede entender el tuyo”, mencionó.
Por su parte, la señora Marianela Durán García es otra fiel creyente que, a lo largo de los últimos 21 años ha participado en el grupo de mujeres que se ofrecen como voluntarias para cargar la imagen de la Virgen y coordinar las medidas de seguridad.
Aseguró que entre los motivos que la llevan a participar en la celebración religiosa está su devoción a María, pues considera que su dolor representa a muchas madres de familia que deben superar múltiples adversidades, incluida la pérdida de un hijo.
“Es una gran enseñanza para todas las mujeres, más para las madres, por el dolor tan fuerte que ella pasa al perder a su hijo. Y el valor que tiene ella de verlo sufrir tanto y que nuestro padre le dio esa fuerza”.
Luego de tres horas de recorrido y haber participado en su primera procesión del silencio en Xalapa, el arzobispo Jorge Carlos Patrón Wong indicó que el silencio es oración, confianza y solidaridad.
“Siempre con María encontramos el final de todos los túneles de nuestra existencia, porque María nos lleva a Jesús que es el camino, la verdad y la vida”, destacó el sacerdote ante miles de personas, que al final de la procesión se concentraron en las escalinatas de la Catedral y la explanada de la Plaza Lerdo.
El líder de la Iglesia Católica en la capital veracruzana agregó que la vida “no termina aquí; y sabemos que todos aquellos seres queridos que han muerto con Jesús un día los encontraremos vivos con Jesús”.
Lo anterior tras señalar que otro de los propósitos de la procesión es prepararse para la resurrección de Jesucristo, como parte del triduo pascual que conmemora la pasión, muerte y resurrección del llamado ‘hijo de Dios’.
“Y un día, cuando regresemos a la casa del padre, nos encontraremos (…); la vida, como está escrito, es para siempre”, aseguró el arzobispo capitalino tras referirse al dolor ocasionado por la pérdida de un ser querido, frente a la multitud que se dio cita en el centro de la capital.