Xalapa | 2024-09-20
La magistrada presidenta del Tribunal Electoral de Veracruz, Tania Celina Vásquez Muñoz, dio a conocer que el 48 por ciento de la violencia política por razones de género contra las mujeres se ejerce a través de los medios de comunicación.
En entrevista, señaló que los espacios digitales son una de las principales plataformas desde las que se descalifica a las mujeres que buscan cargos públicos, y que los medios de comunicación replican estas acciones.
Vásquez Muñoz explicó que, en algunos casos, los medios se niegan a corregir los contenidos que afectan a las mujeres, incluso cuando existe una orden judicial que lo exige.
"El 48 por ciento de los casos de violencia política por razón de género corresponde exclusivamente a la violencia mediática.
"En las medidas que se imponen para su no repetición, los medios de comunicación responsables son omisos en cumplir con el ordenamiento y reemplazar el cumplimiento de la sentencia durante meses o años", afirmó.
La magistrada destacó que estas formas de violencia tienen un impacto en la salud mental de las víctimas y afectan también a sus familias.
"Causa graves daños y sufrimientos psicológicos, físicos, sexuales y económicos, además tiene un efecto paralizador al impedir la participación plena e igualitaria de las mujeres en el ámbito político, lo que entraña graves repercusiones en todos los ámbitos de la vida de las mujeres".
Por su parte Mónica Mendoza, nueva representante de la sociedad civil ante el Observatorio de Participación Política de las Mujeres, enfatizó la necesidad de implementar un código de ética en los medios de comunicación para evitar que, bajo el pretexto de la libertad de expresión, se perpetúe la violencia política de género.
"La libertad de expresión, entendiendo que no es un derecho que esté por encima del de la dignidad de las personas y del derecho a una vida libre de violencia, es clave para construir procesos electorales democráticos, libres, justos e igualitarios", señaló.
Mendoza añadió que es necesario que los medios asuman un compromiso real para dejar de perpetuar las violencias desde sus portadas y contenidos.
Según ella, la responsabilidad de los medios es crucial para frenar esta forma de violencia y garantizar un entorno político más equitativo para las mujeres.