¡Maestra de la música! Nicolasa Salas comparte su talento a través de la docencia

Xalapa | 2022-12-16

La música xalapeña, Nicolasa Salas, dedica parte de su vida a forjar nuevos talentos

Artista nata y con una profunda pasión por la música, así es Nicolasa Salas Aguilar, una maestra orgullosamente xalapeña que ha sembrado en niños y jóvenes el amor por este arte.

Hija de un reconocido músico de Xalapa, Nicolasa ha pasado toda su vida rodeada de orquestas e instrumentos musicales, lo que la llevó a desarrollar un talento que ha compartido con varias generaciones.


Nace una artista

Todo comenzó cuando ella era apenas una niña. Su padre, el músico Gabriel Salas, fue un reconocido trompetista y fundador de la orquesta xalapeña Gabi Salas y su orquesta, quien –sin planearlo– la introdujo en ese sublime mundo del arte.

Tanto ella como sus tres hermanos disfrutaban tocar instrumentos musicales, lo que no pasó desapercibido para sus padres, quienes no dudaron en alimentar el don que les habían heredado.

 

Fue a los 14 años cuando recibió su primer instrumento real: una guitarra que tocaba junto con sus hermanos. Desde ese momento, supo que su destino estaba en la música; sin embargo, no fue sino hasta más tarde cuando decidió dar el primer paso.

En 1987, cuando tenía 20 años de edad, decidió ingresar a la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana, donde inició sus estudios como guitarrista ejecutante.

Su talento nato quedó demostrado cuando, a los seis meses de haber ingresado a la Facultad, ganó una beca para estudiar órgano en Yamaha, donde al poco tiempo vino la oportunidad que cambiaría su vida.

“Mi maestra estaba embarazada y se alivió, entonces me pidió que la sustituyera para dar clases… y ya ahí me quedé”, contó, y desde entonces no ha soltado la docencia.

De Xalapa para el mundo

En su época de estudiante, Nicolasa participó en varios concursos de música; uno de los más importantes fue el organizado por Yamaha, donde ganó el primer lugar por tres años consecutivos.

Pero sus ansias de crecer musicalmente no quedaron ahí. En la década de los 90, junto con sus hermanos y otros jóvenes inició un grupo llamado ‘Salsa Picante’, con el que tuvo la oportunidad de tocar en varios festivales.

Posteriormente se unió a la orquesta de la Universidad Veracruzana y colaboró con otras agrupaciones y artistas, donde hizo gala de su talento con diversos instrumentos musicales.

Su gran habilidad también la ha llevado a pisar escenarios no solo de Veracruz, sino de diferentes estados de México e incluso de otros países, como Cuba y Egipto.

Cumple un sueño

Aunque el camino de la música y la docencia no ha sido fácil, Nicolasa ha visto recompensado su esfuerzo y dedicación en sus alumnos, pues además, es una de los pocos maestros de música que trabajan con niños con autismo y sordera, para lo cual ha tenido incluso que aprender lengua de señas.

Desde que inició con la docencia, uno de sus principales proyectos de vida fue la realización de su primer libro didáctico. Y ahora, lo que empezó con trazos en hojas blancas, al fin pudo cristalizarse en un material que ayudará a niños, jóvenes y adultos a aprender el arte de la música.

Sus primeros dos libros didácticos -uno para guitarra y otro de teclado- fueron presentados en fechas recientes. Ahora tiene más proyectos en mente, como realizar el tomo dos de su libro; sin embargo, se mantiene fiel a su filosofía de vida: ser feliz y vivir el momento… lo demás, vendrá por añadidura.

Ella es