Xalapa | 2023-07-03
A pesar del paso del tiempo, los pueblos originarios, indígenas, siguen siendo objeto de discriminación y marginación, por parte de sociedad y autoridades.
En este contexto, son las mujeres y las niñas indígenas quienes se enfrentan a una realidad aún más complicada, pues a esa discriminación, se le suma la carga de género por parte de la sociedad machista.
Las niñas y mujeres indígenas tienen que esforzarse aún más que las demás mujeres, por la defensa de sus derechos y para desenvolverse en todos los ámbitos.
El panorama es complicado en todos los escenarios. En el caso de las niñas indígenas se suman varios aspectos "ser niña y ser indígena, en una situación de pobreza, o de calle, las lleva a enfrentar más peligros y más problemáticas", como ha referido el catedrático de la Universidad Veracruzana, Arturo Narváez.
En materia de género, sigue existiendo una deuda histórica no solo de reconocimiento, sino de garantías para el pleno ejercicio de los derechos humanos de las mujeres. En el caso de las mujeres indígenas la deuda es aún mayor.
El asunto de la discriminación viene de la mano de la ignorancia, de falta de cultura -de quienes discriminan-. Viene, como refiere el escritor Guillermo Bonfil Batalla, en su libro "México Profundo", de un desarraigo profundo dejado desde la conquista española. Desarraigo que, en su ignorancia, deja de lado la sabiduría ancestral.
Sin embargo, las mujeres indígenas siguen acunando la sabiduría ancestral, la cosmovisión de los pueblos originarios, el cuidado de los recursos naturales; los saberes que van desde preservar las lenguas, trabajar la tierra, la crianza, los trabajos diversos; saberes que también se construyen entre diversos matices y colores; que construyen la lucha social y de la defensa de los derechos humanos de las mujeres.
El Instituto Nacional de las Mujeres (INMujeres) reconoce que "las mujeres indígenas están expuestas a diversos tipos de discriminación, lo cual las expone a situaciones de mayor vulnerabilidad en comparación con los hombres indígenas y mujeres no indígenas, lo que afecta su bienestar".
En México, una de cada 10 mujeres que reside en el país es indígena. En el país habitan un poco más de 6 millones de mujeres indígenas.
El informe de INMujeres detalla que, a nivel nacional, varios indicadores muestran la situación de desigualdad que viven las mujeres indígenas, en comparación con las mujeres no indígenas.
"Por ejemplo, del total de mujeres indígenas, el 25.7% son jefas del hogar, porcentaje menor en comparación con las que no son indígenas (32.5%); además, 49.4% de las indígenas jefas de hogar tienen ingresos económicos menores o iguales al salario mínimo, esta misma percepción monetaria la tienen el 27.9% de las mujeres no indígenas. En cuanto al número promedio de hijas e hijos, las mujeres indígenas tienen 2.6 y las no indígenas 2 hijas(os)".
Por si fuera poco, "en términos educativos, en promedio, las mujeres indígenas apenas logran superar la primaria e ingresar a la secundaria".
"El 20% de las mujeres indígenas es analfabeta, cifra con una diferencia de 16 puntos porcentuales en comparación con las mujeres no indígenas".
Las mujeres indígenas "se han convertido en el centro para la preservación de sus lenguas y saberes ancestrales sobre la vida".
A pesar de todas las dificultades a las que se enfrentan, las mujeres indígenas han estado siempre presentes en el desarrollo y lucha de sus pueblos y comunidades. Lo han hecho encabezando movimientos sociales, cuidando el medio ambiente, como defensoras de los derechos humanos e impulsando la producción y comercio, destaca el INMujeres.
El censo del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) 2020, da cuenta de que en el estado de Veracruz hay 663 mil 503 personas mayores de 3 años de edad que hablan alguna lengua indígena.
Asimismo, las estadísticas del INEGI indican que la diferencia en escolaridad fue más notable en las mujeres hablantes de lengua indígena. En promedio, tuvieron 5.8 grados de escolaridad, contra 9.9 grados de las no hablantes de lengua indígena.
En cambio, los hombres que hablan alguna lengua indígena tuvieron un promedio de escolaridad de 6.7 grados y uno de 10.1 grados los no hablantes de lengua indígena.
En México 7,364,645 personas de 3 años y más de edad hablan alguna lengua indígena.
Inmersas en esta realidad de desigualdad, discriminación, más dificultades -que hombres y que mujeres no indígenas- para acceder a la educación, el empleo diverso, la salud, el libre ejercicio de la sexualidad y la maternidad, entre otros varios ámbitos; las mujeres indígenas continúan en la vida cotidiana y en la suma de esfuerzos, una lucha histórica.