Madres buscadoras de Veracruz, las otras mujeres violentadas en espera de justicia

Xalapa | 2022-11-23

En Veracruz, abuelas de hijos e hijas quedan en orfandad por sus desaparecidos

 

“Solo hasta encontrarlos podremos estar en paz. Me han robado la tranquilidad con la desaparición de mi hijo, imagínense 11 años buscándolo sin tener respuesta, de ver muchas omisiones en las investigaciones, hacen como que al ahí se va para que no digamos que no están trabajando. Pienso que deberían hacer conciencia -las autoridades-, si de todos modos gastan e invierten, que busquen e investiguen bien”. 

“Las madres, los padres, las familias, nos desgastamos mucho. Parece que es a lo que le apuestan las autoridades, a que nos desgastemos. Pero no dejaremos de buscar. Aunque desgraciadamente es una batalla que ganan, aunque no queramos, poco a poco, cuando ese desgaste lleva a enfermarse y a morirse, como ya ha pasado, sin haber encontrado a sus hijos”. 

“El tener una enfermedad se va acrecentando y te vienen nuevas enfermedades, es por el desgaste de la familia. Lo peor de todo es para las personas que dejan: al desaparecer una persona hagan de cuenta que a la familia también la desaparecen, se enferma, se angustia por no saber donde esta su ser amado, porque no tiene los recursos, porque busca y no encuentran a su familiar”. 


MADRES Y TAMBIÉN ABUELAS, DE HIJOS DE DESAPARECIDOS 

“Con el dolor que tenemos, tenemos que buscar y tenemos que salir adelante, porque muchas de nosotras tenemos hijos o hijas que dejaron hijos. Nadie se pone a pensar en el dolor con el que crecen esos hijos o hijas de sus padres o madres desaparecidos. Es algo que los marcó de por vida, son buenos muchachos pero con una herida que ahí está”. 

Doña María Antonieta tiene nietos, hijos de su hijo Guillermo, a quien busca desde hace once años. 


NUESTRAS HIJAS FUERON VIOLENTADAS 

La señora Victoria Delgadillo busca a su hija Yunery Citlalli Hernández Delgadillo, desaparecida desde el 28 de noviembre de 2011. 

“La violencia sigue en contra de la mujer, hay una deuda pendiente con las madres de las personas desaparecidas, y también con nuestras hijas desaparecidas, nuestras hijas fueron violentadas, violentaron sus derechos, las violentaron a ellas, no sabemos en qué situación, pero fueron maltratadas”. 

Nada de noticias de su hija desde hace once años, no hay avance en las investigaciones, por lo que doña Vicky, junto con otras madres y padres, seguirán buscando a sus hijos e hijas. 

“Nosotras somos las que buscamos, los que buscamos, quienes vamos a lugares donde podemos ir a buscar”. 


HASTA NUESTRO REENCUENTRO 

“Una mirada al pasado. Evoco nuestros momentos hermosos vividos a tu lado, de un ayer que ya se fue. Te llevo tatuado en mi alma, tu vida y cada parte tuya. Vivo con la esperanza de volver a tenerte. Te abrazo con todo mi ser. Estás presente hoy y siempre. Te amo. Dios te guarde en el hueco de sus manos hasta nuestro reencuentro”, se lee debajo de la foto de Guillermo, a quien lo busca su madre y familia.  

Buscar hasta bajo la tierra es una frase que acompaña la realidad de muchas búsquedas. Bajar barrancas, andar caminos sinuosos, clavar varillas, olerlas en busca de rastros de cuerpos para buscar hasta entre restos a sus hijos, es también una manera de violencia contra las madres, padres y familias que buscan a sus seres amados desaparecidos

“Sí. Nos han violentado”, expresa doña María Antonieta sentada un momento tras haber marchado, junto con otras madres, padres y familias, una vez más gritando por las calles: “dónde están, nuestros hijos, dónde están”. 

“Nos han violentado desde que desaparecieron nuestros hijos, es violencia tener que seguirlos buscando sin noticias ni resultados desde hace once años, es violencia que no hay voluntad de los gobiernos para de verdad encontrarlos. No nos escuchan. No hay justicia (…) es violencia que estamos estigmatizadas, estigmatizados”.