Hay tesoros ocultos en casas de Xalapa; el fuego les decía dónde buscar

Las casas más antiguas del centro de Xalapa guardan en sus muros muchos secretos

Xalapa | 2023-09-26

Xalapa, capital de Veracruz es una ciudad que sigue encerrando decenas de historias, muchas de ellas han pasado de generación en generación y siguen dejando boquiabiertos a quienes se atreven a escucharlas.

Una de ellas tiene que ver con las centenarias viviendas del centro de la ciudad, las cuales encierran en sus muros los secretos de las familias que las habitaron. Y no solo esas cosas que no podían decirse, sino también tesoros que hoy valdrían miles de pesos.

A continuación, te contamos una de esas anécdotas.

El fuego les indicaba dónde buscar

Cuentan quienes han vivido en el centro de Xalapa que, entre las paredes de varias edificaciones, quedaron atrapados tesoros de épocas pasadas; ollas con monedas y otras cosas maravillosas que las familias escondían celosamente, y las que muchas veces eran olvidadas con el tiempo.

Sin embargo, muchos de estos tesoros encerraban historias extrañas. Similar a los cuentos de piratas, varios de ellos estaban rodeados de alguna maldición, alguna extraña condición para ser recuperados por una afortunada (o desafortunada) persona.

Se dice que en uno de los patios de vecindad que antes abundaban sobre la calle Poeta Jesús Díaz vivía una familia, una mujer y su hija, quienes en algunas ocasiones pasaban tiempos duros para poder seguir adelante.

En esa vecindad había otra mujer que las ayudaba en cuanto podía; fue a ella a quien confiaron algo que sucedía muy constantemente adentro de su vivienda y que tenía que ver con una extraña luz en uno de los muros.

Y es que en las noches, en las paredes de la pequeña vivienda podía verse una luz, una especie de lengua de fuego indicando algo, danzando, como la luz de un pequeño faro asomándose entre las sombras.

La vecina le comentó que se trataba de un tesoro y ella estaba destinada a encontrarlo, por eso la luz le indicaba dónde tenía que cavar para dar con el mismo, a lo que la mujer se resistió, temiendo que este viniera acompañado con alguna desgracia.

¿Crees en las maldiciones?

Al final, la mujer resistió la tentación y no quiso buscar el mencionado tesoro; sin embargo, los rumores corren rápido en las vecindades y otra familia del lugar, al escuchar esto, comenzó a buscar la forma de hacerse de tan prometedor botín.

Cuentan que en las noches podía escucharse en la vecindad el ruido de herramientas, picos y palas, como si alguien estuviera construyendo en alguno de los departamentos.

Esto continuó por algunos días hasta que, de la noche a la mañana, la curiosa familia que sí decidió buscar el misterioso tesoro se mudó sin avisar a nadie, dejando atrás la vida en ese pequeño patio.

Y no fue menos extraño que, repentinamente, esta familia comenzara a hacerse de distintos negocios en todo Xalapa hasta volverse una de las más acaudaladas de la ciudad, frente a la mirada de quienes fueran sus vecinos de la calle Poeta Jesús Díaz.

Uno pensaría que las cosas terminaron así, lo cual está muy lejos de la realidad. Con el paso de los años parece ser que el tesoro no era para estas personas, pues la desgracia comenzó a nublar la vida de aquella ambiciosa familia.

Uno de sus hijos perdió la vida en un accidente; y de ahí las desgracias no dejaron de ocurrir hasta el punto que, así de rápido como llegó, la opulencia se terminó, lo que orilló a que terminaran justo en la misma vecindad donde todo había iniciado.

Y es que lo que se cuenta sobre estos tesoros es que, si son obtenidos de mala manera, estos no traerán felicidad. Solo esas personas a las que se muestren pueden disfrutarlos sin preocuparse de que en algún momento la vida (o la mala fortuna) les cobre aquello que les ha sido dado.

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