Casa de Aramberri, "embrujada", ahora es museo y restaurante

Escenario de un asesinato hace 91 años y hoy es un restaurante. aquí te contamos su historia

Monterrey | 2024-10-10

La Casa de Aramberri es una vivienda en ruinas ubicada en la zona del Barrio Antiguo del centro de Monterrey. Hace 91 años una casa ubicada en el número 1026 de la calle Aramberri, en Monterrey, Nuevo León fue escenario de un doble homicidio, el asesinato fue un 5 de abril de 1933.

El crimen quedó marcado en la memoria colectiva debido a su brutalidad. La casa estuvo en total abandono, lo cual no hizo más que alimentar las historias en torno a ella. surgieron leyendas urbanas y relatos de terror locales.

El día de ayer 9 de octubre, se inauguró el restaurarte "Hamburguesas La Casa de Aramberri" en la misma casa. Cientos de personas hicieron filas para entrar al negocio, atraídos por las historias y leyendas que hay alrededor de lo que pasó en la casa.

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¿Qué pasó en la casa en 1933?

Antonia Lozano y Florinda Montemayor, de 54 y 22 años, fueron asesinadas un poco después de las 6 de la mañana, cuando La Señora Antonia Lozano, acababa de despedir a su esposo, Don Delfino Montemayor.

El esposo de Antonia Lozano, Delfino Montemayor, que era trabajador de la Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey, se encontraba rumbo al trabajo en el momento en el que sucedió el crimen.

El asesinato lo cometieron tres hombres, uno de ellos Gabriel Villareal, quien era sobrino de Antonia Lozano. A los culpables se les aplicó la ley fuga, y los tres hombres murieron.

Algunas fuentes afirman que el asesinato de los culpables fue producto de una orden del señor Don Delfino. En el robo, Antonia Lozano y Florinda Montemayor resultaron golpeadas, abusadas sexualmente y, posteriormente, asesinadas.

La leyenda

Don Delfino Montemayor continuó habitando la casa del crimen después de los hechos, pero no se sabe hasta cuándo. Falleció en diciembre de 1957 y lo sepultaron sus hermanas en el panteón Dolores, en Monterrey.

En algunas fuentes se menciona que el lugar se clausuró porque en la vivienda empezaron a registrarse sucesos paranormales, entre ellos gritos y lamentos que podían escucharse por las noches. Se cree que pueden ser las almas de Antonia Lozano y Florinda Montemayor, que no han podido descansar en paz.

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