El Callejón del Infiernillo: ¿De dónde viene esta tradicional leyenda de Xalapa?

*Vecinos y transeúntes aseguran que han escuchado risas inquietantes y visto sombras extrañas*

Ciudad de México | 2024-09-10

El Callejón del Infiernillo es una leyenda tradicional de Xalapa, Veracruz, que ha capturado la imaginación de sus habitantes a lo largo de los años. Esta leyenda se centra en la experiencia de dos amigos.

En la ciudad hay un callejón ubicado entre las calles José María Alfaro y Francisco I. Madero, que es uno de esos rincones que sigue cautivado la imaginación de los habitantes de la zona. 

Se ha convertido en escenario de una de las leyendas más reconocidas de la región. Cuenta la leyenda que hace muchos años, dos amigos, José y Pedro, vivían cerca de este callejón. Una noche, tras despedirse, José decidió tomar el atajo del Infiernillo para llegar más rápido a su destino. 

• Pero al avanzar, algo cambió. El ambiente se volvió denso, el silencio era cortante y José sintió una presencia que lo observaba desde las sombras.

De pronto, en una curva del estrecho callejón, se encontró frente a frente con una figura que lo paralizó de terror. "¿Quién eres?", alcanzó a preguntar José. 

• La respuesta lo dejó helado: "Soy el diablo". Aterrorizado, corrió hasta perderse en la noche, mientras a sus espaldas resonaban las carcajadas diabólicas que llenaban el aire del lugar.

¿QUÉ ESCONDE EL CALLEJÓN DEL INFIERNILLO?

Desde aquel encuentro, se dice que, al caer la noche, el callejón se transforma en un espacio donde lo paranormal está siempre a la vuelta de la esquina. 

Vecinos y transeúntes aseguran que han escuchado risas inquietantes y visto sombras extrañas. 

Aunque la leyenda no cuenta con evidencia física que la respalde, la percepción de miedo y misterio sigue envolviendo este lugar cada vez que el sol se oculta.

¿REALIDAD O FOLKLORE?

Si bien no hay registros que confirmen la existencia de sucesos sobrenaturales en el Callejón del Infiernillo, las historias que se cuentan son lo suficientemente potentes para mantener viva la leyenda. 

• Los ladridos de los perros que habitan la zona, los murmullos y los escalofríos que sienten quienes cruzan por ahí, refuerzan el imaginario colectivo.

• E Infiernillo sigue siendo un rincón de Xalapa que despierta temor, curiosidad y fascinación. Como toda leyenda urbana, su fuerza reside en el boca a boca, en las noches inquietantes y en la sensación de que, tal vez, no estemos tan solos como creemos.