Xalapa | 2021-06-21 | Bibiana Varela
"Quisiera volver a tener la inocencia e ilusión de un niño", señaló Anselmo, quien enfundado en una botarga de Sonic, sale a recorrer las calles de Xalapa para llevar a los infantes un poco de alegría y diversión.
Desde hace casi un año, ´Chemo´ -como es conocido- decidió ´cambiar de piel´ y adentrarse en el mundo del cosplay, para sacar a míticos personajes de las historietas y la televisión y trasladarlos al mundo real.
Pareciera un trabajo fácil, pero el calor dentro del traje y los 5 kilos de cabeza que tiene que cargar durante todo el día, lo convierten en una labor que muy pocos estarían dispuestos a hacer.
Sin embargo, todo eso pasa inmediatamente a segundo plano, cuando un niño se acerca a él con ojos brillantes y una sonrisa en el rostro.
"Aunque uno a veces venga de malas, los niños te contagian con esa sonrisa, esa alegría.
Si un niño ve a una persona disfrazada de Pikachú, siente que es el verdadero personaje; luego van, le dan un abrazo y se siente en el abrazo el cariño que le tienen al personaje", dijo emocionado.
Fue en octubre de 2020 cuando Anselmo decidió dejar el comercio y tomar las botargas y disfraces.
Sonic es uno de los personajes que han cobrado vida gracias a ´Chemo´, el cual le ha hecho sentir la inocencia y la ilusión de los pequeños que todos los días acuden a la Plaza Lerdo y al parque Juárez.
"Van, me abrazan, me preguntan por ´Tails´, por ´Knuckles´... y se siente bonito. Ya les decimos ´no vino, está enfermo, ya para la otra viene´", relató.
A lo largo de estos meses ha encarnado a varios personajes; sin embargo, la Muerte ha sido uno de los que más lo han marcado.
"Una vez llegó una niña y me preguntó ´oye, Muerte, ¿de casualidad no viste a mi mamá en el cielo? Enseguida le dije ´claro, la vi, y dice que te manda muchos abrazos y muchos besos´... esa es la forma en la que uno como cosplayer o artista callejero le tiene que dar la importancia al personaje", recordó.
Aunque emocionalmente ha sido muy gratificante, ser botarguero no es del todo fácil para Anselmo. Y es que, en ocasiones, el trabajo no es muy redituable.
No obstante, uno de los mayores obstáculos es tener que lidiar para poder tener un espacio en alguna plaza pública, pues ha sido corrido de manera arbitraria por elementos de la Policía Estatal.
"En la zona de Los Lagos estaba tranquilo tomándome fotos con los niños y llega un oficial y me corre; aparte, me quería quitar mi dinero y me quería llevar detenido.
No es justo que a los que estamos trabajando honradamente nos digan algo y a los que meramente están robando no les digan nada", denunció.
Sin embargo, esto no lo ha hecho ´colgar los trajes´ y, con más valor, está más decidido que nunca a continuar con esta noble y divertida labor, que en tiempos de covid se ha vuelto fundamental para que los pequeños olviden un poco el confinamiento y las restricciones que esto conlleva.