Xalapa | 2024-08-15
En la oscuridad de las colonias de Xalapa, donde el alumbrado público es una promesa rota, las mujeres han encontrado formas de protegerse entre ellas.
Mayra Luna, una vecina de la colonia Insurgentes, habla con la voz baja, cargada de esa mezcla de cansancio y determinación que sólo conocen quienes viven con el miedo al acecho.
"Nosotras no podemos darnos el lujo de esperar a que alguien más nos proteja", dice, mientras muestra en su celular un grupo de WhatsApp que comparten decenas de mujeres.
El uso del silbato es otra de sus estrategias. Un simple objeto que en cualquier otro contexto podría parecer inofensivo, pero que en estas calles significa la diferencia entre la vida y la muerte.
"Si alguien escucha el silbato sonar varias veces, ya sabe que una de nosotras está en peligro", explica Mayra. El sonido atraviesa las paredes de las casas y despierta a las vecinas, que salen con sus celulares en mano, listas para alertar a la policía o, en su defecto, acudir en ayuda directa.
A pesar del peligro, las mujeres de Xalapa continúan luchando, no solo por su seguridad, sino también por un cambio que las instituciones parecen reacias a ofrecer.
"Esperamos que los nuevos gobiernos tomen medidas más severas, pero mientras tanto, seguimos aquí, protegiéndonos entre nosotras", concluye Mayra. En este rincón de Xalapa, el sonido de un silbato es el eco de una resistencia contra el peligro.