Xalapa | 2022-10-24
Tras el nombramiento del doctor en Historia y miembro del Sistema Nacional de Investigadores, Juan Ortiz Escamilla, al frente de la Secretaría Académica Universidad Veracruzana (UV), la Junta de Gobierno emitió un comunicado publicado en el sitio oficial de la casa de estudios para hacer una exposición de motivos.
Y es que para el nombramiento, en apego a los derechos humanos se dejó de lado el tema de la edad de Juan Ortiz Escamilla, pues de lo contrario habría discriminación por edad. El doctor Ortiz Escamilla tiene más de 65 años de edad.
El comunicado de la Junta Académica refiere que: "la Ley Orgánica (LO) señala en las fracciones I y II del artículo 40 como requisito para ser titular de la Secretaría Académica:
I. Ser mexicano por nacimiento.
II. Tener más de treinta y menos de sesenta y cinco años de edad, al momento de su designación [...]," entre otros requisitos.
Empero, agrega, "la reforma del Estatuto General ratificada por el Consejo Universitario General (CUG) el 14 de diciembre de 2016, señala en su Capítulo I, Disposiciones Generales, artículo 3, que:
Lo anterior establece, indica la Junta de Gobierno, "una diferencia entre uno y otro documento legal que, si bien es la LO el documento superior en el orden de prelación jurídica que nos rige, apunta a una controversia o incongruencia legal.
"Al mismo tiempo, apunta a una realidad que los diferentes intentos de reforma a dicha ley han tratado de resolver, pero que para avanzar en materia de discriminación y derechos humanos, se ha recurrido a la legislación secundaria".
Tras la exposición de motivos, la Junta de Gobierno solicita a la comunidad universitaria "ponderar la decisión tomada por este órgano colegiado en atención a los antecedentes de derechos humanos iniciados en 2017 en un asunto similar".
"Así como dentro del marco de su responsabilidad de respaldar la certeza legal y la estabilidad de la Universidad en momentos de gran desmesura e intromisión política en sus asuntos académicos".
"Manifestamos nuestro irrestricto respeto a la libertad de expresión y confiamos en la madurez de la comunidad universitaria para discernir las opiniones expresadas por intereses individuales, de aquellas que se preocupan por el ejercicio práctico, y muchas veces difícil, del respeto a los derechos humanos y los procesos académicos.