Xalapa | 2023-08-08
Ambientalistas que se oponen a la tala de árboles para la construcción de un puente en la avenida Lázaro Cárdenas en Xalapa, acusaron que por intimidación del Gobierno uno de sus abogados renunció a su defensa. Además, alertaron que temen un desalojo debido a que patrullas de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) resguardan su campamento las 24 horas.
Los ecologistas, quienes se han manifestado desde el pasado 17 de julio con un plantón en el camellón, además acusaron al gobierno de Cuitláhuac García Jiménez de incurrir en desacato por violentar una suspensión concedida por un juez federal para frenar la obra.
En respuesta, aseveraron que promoverán un incidente de violación a la suspensión, ante los intentos de la administración estatal por reanudar la tala de 403 árboles, arbustos y la vegetación de esta parte de la capital veracruzana.
Los ciudadanos, en conjunto con miembros de la Asociación Civil "Regalemos un Paraizoo", acusaron al gobierno estatal de incurrir en el desacato de la suspensión provisional emitida en el incidente 710/2023-A, que claramente instruye a las autoridades a detener la obra en cuestión.
"Se trata de un desacato (...). Lo que estamos pidiendo es que si la obra pretende continuar a pesar de que están desacatando este amparo garanticen que el proyecto se va a modificar", expresó Rafael Bravo.
El ambientalista reiteró la necesidad de una modificación del proyecto para evitar la afectación de la flora y la biodiversidad, tal y como lo instruyeron otros dos jueces federales quienes, si bien permiten la continuidad de la obra, establecieron la condición de no dañar el entorno natural.
Un abogado del grupo recordó que recientemente presentaron una solicitud de plebiscito al Ayuntamiento, respaldada por 16 mil firmas, como una vía para que los ciudadanos xalapeños puedan expresar su opinión sobre el proyecto en cuestión.
Los activistas subrayan que su lucha no es contra el progreso, sino contra la falta de planificación que ha llevado a la tala indiscriminada de árboles.
"Se pudo planificar un puente sin talar, pero todo lo quieren hacer rápido, que demuestren que sí son diferentes, que sí nos escuchan", afirmaron.
Además, revelaron que han recibido amenazas en las últimas horas, lo que incluso llevó a uno de sus abogados a renunciar.
"En efecto hemos recibido amedrentamientos y amenazas y ante esta situación es que hemos ido tomando otras estrategias, ya que muchas veces se ve vulnerada nuestra persona (...); hay la renuncia de uno (abogado) por intimidación".
Una de las áreas en las que los activistas tienen mayor escepticismo es con relación a los estudios presentados por el gobierno estatal, que alegan que el proyecto del puente contribuirá a reducir las emisiones de dióxido de carbono.
Los manifestantes argumentaron que estos estudios carecen de una evaluación exhaustiva del impacto real en el medio ambiente y que se basan en datos parciales.
"El estudio que se hizo fue respecto a las toneladas (de CO2) que pueda captar un puente a diferencia de 53 árboles de grevillea robusta. Lo que estamos analizando, el estudio fue bien realizado, pero no tiene validez científica", opinaron.
Otra crítica de los activistas es que el puente propuesto no puede sustituir los servicios ambientales proporcionados por los árboles, como el control de la erosión del suelo y la emisión de oxígeno. Argumentan que comparar la contribución ambiental de los árboles con el concreto del puente es ilógico e injusto para el ecosistema.