Grave rezago en Semefos

Boca del Río | 2020-10-30 | Cristian Pulido Pérez

Acumulan cuerpos en frigoríficos

Mientras el próximo 1 y 2 de noviembre muchos muertos tendrán su altar en casa de familiares, más de 1,200 cuerpos sin identificar en el estado carecerán de esta muestra de respeto y cariño.

 

Y es que gobiernos de Veracruz escondieron cuerpos para maquillar las cifras de violencia en el estado, sumándose a esto la negligencia y falta de colaboración de los Semefos para con los colectivos de búsqueda de personas desaparecidas.

 

“La razón es sencilla, las autoridades siempre han querido esconder la realidad, es que la política es al revés, es la de esconder, mentir, porque si se hubiera hecho el más mínimo intento para identificar, porque muchos cadáveres tienen todavía facciones, señas, tienen incluso tatuajes que sirven para reconocer. Incluso la credencial de elector, esa muestra ahí estaba”, dice Lucía de los Ángeles Díaz Genao, integrante del colectivo “Solecito”.

 

La activista asegura que incluso los Semefos argumentan que para que alguien solicite ver o revisar un cadáver, tiene que ser un familiar.

 

Semefos insencibles

 

A nivel nacional son más de 37 mil cuerpos sin identificar en lo que va del año. “El rezago en los Semefos del país ya superaron todo lo que es imaginable y es necesario que se le de atención porque son seres humanos, es un país que vive en el Medievo”.

 

Díaz Genao asegura que las comisiones que se han creado como la Comisión Estatal de Búsquedao las federales, de plano no sirven de mucho, pues sólo se limitan a publicar fichas de desaparecidos pero no llevan a cabo acciones como concertar un acuerdo de cooperación con los Semefos.

 

“Los Semefos sólo nos dejan ver fotos, pero no siempre le toman fotos a los cuerpos, o sea son negligentes, de lo que ves es lo que ellos te quieren mostrar, no hay interacción y no solamente están los Semefos sino las fosas comunes”.

 

Es así como los Semefos no tienen un ápice de iniciativa para colaborar con estos colectivos y así ayudar a los familiares a que dejen de estar en esa angustiosa situación psicológica de sentirse “suspendidos” mental y emocionalmente debido a la incertidumbre de saber o no vivos o sin vida a sus desaparecidos.