Veracruz | 2020-10-03 | Laura Morales
De manera cíclica la temporada de frentes fríos ocasiona que el agua de mar se introduzca al Fuerte de San Juan de Ulúa.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia explicó, que por la ubicación, el inmueble se inunda en la Plaza de Armas cuando hay marea alta sobre todo cuando se registran intensas lluvias o vientos fuertes.
El INAH aclaró que se cuenta con un cárcamo para drenar el agua pluvial pero la infraestructura hidráulica pueden resultar insuficientes para desfogar el cuando los fenómenos naturales son intensos.
Sin embargo, las inundaciones se han registrado por lo menos, desde hace una década, aunque son poco frecuentes.
“Frente a la Cortina Oriente, en la Dársena de San Vicente, el INAH construyó un cárcamo de gran capacidad para drenar con un hidroneumático el agua pluvial y de mar que traen estos fenómenos climáticos y que inciden en el monumento histórico cuando ocurren en el litoral veracruzano”.
En un comunicado aclaró también que las áreas se inundan solo algunas horas, pues la fortaleza se construyó sobre un islote que tiene asentamientos regulares propios del lugar.
Aunado a ello el nivel del mar ha aumentado en las últimas dos décadas pero la dirección y el personal del Museo revisan las áreas de manera constante, vigilancia que en temporada de vientos fuertes y tormentas se intensifica para garantizar la salvaguarda del inmueble y de sus colecciones.
“Los trabajadores de guardia que, ahora que el Museo se encuentra cerrado debido a la pandemia de COVID-19, cuenta con el equipo de protección necesario para realizar sus tareas con el mayor de los cuidados para su salud”.
El INAH reiteró que a pesar del cierre de recintos por el coronavirus, el Fuerte de San Juan de Ulúa continúa con el resguardo patrimonial y más medidas necesarias para garantizar las condiciones de seguridad y salud para sus trabajadores y para el público en general.